22 noviembre 2011

... ya he leído: Lo bello y lo triste, de Yasunari Kawabata



SINOPSIS
Impulsado por la nostalgia, Oki Toshio decide viajar a Kyoto para oír sonar las campanas del templo en el Año Nuevo. Pero, además, quiere ver a Otoko, una antigua amante, ahora pintora. Todavía hermosa, Otoko vive con su protegida Keiko, una joven amoral, sensual y apasionada de apenas veinte años. Keiko desencadenará este cruel drama de amor, venganza y destrucción.

COMENTARIO

Lo bello y lo triste resulta básicamente una importante reflexión sobre la vivencia artística y sobre la experiencia del arte en la vida. Para ello Kawabata construye una curiosa trama amorosa entre cuatro personajes capacitados todos para la creación artística, pero tocados todos por las carencias emocionales. Las vidas de estos personajes se encuentran sumidas en un acceso privilegiado al arte (un escritor de éxito y su hijo erudito en historia japonesa; una pintora de arte clásico japonés y su joven discípula que hace pintura abstracta), pueden contemplar y producir aquello que infude en los otros un deleite espiritual; pero sus vidas estan marcadas por una falta de sentido más produndo, fondeadas en la experiencia del recuerdo no superado.
El recuerdo que aflora vivamente con las campanas de Año Nuevo en un ilustre templo de Kioto y que nos explica cómo los personajes adultos de la novela, Oki y Otoko, habían vivido en su juventud una controvertida relación (Oki, joven hombre casado y padre de un hijo, Otoko joven post-adolescente de escasos dieciséis años) de gran intensidad pasional y que acaba por la terrible pérdida en el día del parto de un hijo no del todo esperado. La trama de la novela se fomenta en cómo el encuentro de estos seres que han compartido y han resuelto de forma tan diferente esta crisis vital de la pérdida de un hijo (Otoko se recluye en un templo ha pintar junto a una discípula y Oki se ha ganado la vida como escritor de novelas triunfando, sobretodo, con la obra que explica esta vivencia: Una joven de dieciséis), provocan las dispares reacciones en los jóvenes que los rodean, discípula e hijo. El erotismo es un compañero que nunca nos deja durante la lectura de la obra, y la pulsión sexual de los personajes también es un aspecto que no desmerece el planteamiento de desta trama con verdaderos tintes de tragedia griega (aviso!)
Pero Kawabata quiere compartir con sus lectores la experiencia sensorial del arte plástico, de la pintura, a través de la literatura. Kawabata no se limita a desarrollar esta "tragedia griega", sino que comparte con nosotros y con verdadera hondura una comprensión artística de la pintura y del paisaje japonés. Cabe recordar la importancia de la jardinería en la cultura japonesa, de la que se puede decir que se puede decir que es una simbiosis de arte y naturaleza, en donde se reproduce el intento del hombre por encontrar su posición y su relación dentro de ella. Todo lo relacionado con la comprensión del paisaje, la descripción de los lugares donde se desarrolla la acción, la mirada que los personajes colocan en estos espacios, la forma como la naturaleza inspira a las pintoras de la novela, todo es de una fina belleza, Lo bello y lo triste se convierte en una delicada narración que nos transporta a aquellos lugares de las montañas de Tokio, de los templos de Kioto.

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