28 abril 2009

...ya he leído: Todo se desmorona, de Chinua Achebe



Sinopsis
Okonkwo es un joven igbo lleno de ambición que viven inmerso en la vida de su tribu. Luchador visceral y temido en un pueblo de creencias ancestrales, Okonkwo tiene que hacer frente a toda una serie de adversidades: cosechas malas, un padre ocioso y insolvente, una filla poseída y un accidente fatal que lo llevará al exilio temporal. Pero, Okonkwo, se muestra incombustible ante la tragedia hasta el día en que aparece el hombre blanco sobre un caballo de hierro para instaurar un nuev o orden contra el que nadie se podrá rebelar.

Comentario

Esta primera novela de Chinua Achebe, escrita en el año 1958, es de muy fácil lectura y aporta una hermosa aproximación a las constumbres más ancestrales de los pueblos africanos. La verdad es que después de haber leído la grandiosa novela de Hampaté Bâ, L'étrange destin de Wangrin, me ha sabido a poco este mundo que se desmorona, pero, haciendo honor al texto y no a mis lecturas, se trata de una magnífica obra novel pensada, y esto es lo más remarcable, desde el sentir de los pueblos africanos.
Okonkwo, el personaje principal de la obra, es un personaje de una emocionalidad difícil de entender desde el pensamieno occidental. La ferocidad del guerrero africano se encarna claramente en este personaje que, sobretodo, pretende guardar los bienes tradicionales (entiéndase costumbres) y ancestrales (entiéndase creencias religiosas) de su pueblo, de su tribu. Okonkwo es un hombre que se ve obligado a hacerse a sí mismo, ya que su padre ha sido un hombre ocioso que no se ha dedicado a cultivar debidamente la tierra para ofrecer a sus descendientes una buena herencia y que, incluso, muere totalmente endeudado. Ya joven, es decir, desde el inicio de la narración, Okonkwo se presenta al lector como un joven agricultor que se ha enriquecido a fuerza de trabajo y que es reconocido por el grupo como el mejor luchador de los nueve pueblos igbo. Pero Okonkwo va a tener que enfrentarse continuamente a su chi (su dios personal) que lo pondrá a prueba de forma constante. La masculinidad que representa Okonkwo es agresiva y feroz, relacionada de forma directa con los rituales propios de las sociedades agrícolas. De hecho, en la novela aparecen los egwugwu, unos enmascarados que representan el espíritu de los antepasados del pueblo, y existe una zona, el Bosque Maléfico, donde se expulsan todos los seres que no son bien recibidos por los ancestros de la tierra. Okonkwo es un hombre que, para su desgracia, no va a saber entender el proceso de cambio que va a llegar a las tierras africanas.
A las tierras africanas de la actual Nigeria llegaron los colonizadores provenientes del Imperio Británico. La obra se sitúa en una población llamada Umofia y, durante gran parte de la novela, no se conoce la siutación temporal de ésta. De hecho, la única clave temporal es la de la llegada del hombre blanco en forma de misioneros británicos que llegan con un caballo de metal, es decir, en una bicicleta. Los exploradores ingleses empezaron a adentrarse en el país en los año 1823-25, aunque el comercio de esclavos ya existia en las regiones de la costa desde el siglo XV.
El trabajo lingüístico es uno de los elementos más destacables de la obra. No se trata tan sólo del acercamiento a algunas formas de habla del pueblo igbo, sinó también a sus canciones, su refranes y sus cuentos tradicionales, protagonizados siempre por animales.

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