19 agosto 2018

...ya he leído: Expiación, de Ian MacEwan


Sinopsis

En la gran casa de campo de la familia Tallis, la madre se ha encerrado en su habitación con migraña, y el señor Tallis, un importante funcionario, está, como casi siempre, en Londres. Briony, la hija menor, de trece años, desesperada por ser adulta y ya herida por la literatura, ha escrito una obra de teatro para agasajar a su hermano Leon, que ha termina­do sus exámenes en la universidad y hoy vuelve a casa con un amigo. Cecilia, la mayor de los Tallis, también ha regresado hace unos días de Cambridge, donde no ha obtenido las altas notas que esperaba. Quien sí lo ha hecho, en cambio, es Robbie Turner, el brillante hijo de la criada de los Tallis y protegido de la familia, que paga sus estudios.
Es el día más caluroso del verano de 1935, y las vidas de los habitantes de la mansión parecen deslizarse con apacible elegancia. Pero si el lec­tor ha aguzado el oído ya habrá percibido unas sutiles notas disonantes, y comienza a esperar el instante en que el gusano que habita en la de­liciosa manzana asome la cabeza. ¿Por dónde lo hará? Hay una curiosa tensión entre Cecilia y Robbie. Y otra situación potencialmente peli­grosa: la hermana de la señora Tallis ha abandonado a su marido, se ha marchado a París con otro hombre y ha enviado a su hija Lola, una nín­fula quinceañera, sabia y seductora, a casa de sus tíos. Y la ferozmente imaginativa Briony ve a Cecilia que sale empapada de una fuente, vestida solamente con su ropa interior, mientras Robbie la mira...


Comentario

MacEwan explica en Expiación cómo los hechos de la vida cotidiana se enganchan a la vida del escritor, (o a la inversa, quizá), y cómo esa conjunción de vida llena de otras vidas (la imaginadas, las recreadas, la inventadas en el objeto literario) puebla la mente del escritor. MacEwan habla del oficio de escritor proponiendo una trama muy bien situada en el tiempo y el espacio de la Europa del periodo de guerras de s. XX, que se desarrolla en diferentes brazos argumentales en los que la vida de los personajes, las peripecias que experimentaran durante la narración, están condicionadas por las decisiones de la vida del escritor que es el principal protagonista de la novela. Hay lectores a los que la literatura puebla haciéndoles imaginar cosas en las acciones de los demás, extraer conclusiones inexactas, les permite reconstruir vivencias experimentadas sólo dentro de su imaginación. Briony Tallis es uno de estos lectores en los que nos podemos reconocer otros tantos apasionados lectores. Pero Briony, la niña que se entretiene escribiendo e inventando, genera una verdadera tragedia que sólo tiene el poder de resolver de forma totalmente satisfactoria desde el ejercicio de la literatura y, quizá por eso, MacEwan la convierte en escritora de éxito. A la tragedia de las personas en un entorno familiar limitado por las circunstancias del descanso veraniego fuera de la ciudad, se le suma la tragedia de la Historia que supone la Segunda Guerra Mundial. Cecilia Tallis y, sobretodo, Robbie Turner no son personajes menores en la novela, pero son sobretodo eso, los personajes que experimentan las principales peripecias de la trama argumental. Briony es el personaje que la teje.

07 agosto 2018

...ya he leído: Retrotopia, de Zygmunt Bauman

Sinopsis
Hace tiempo que perdimos la fe en la idea de que las personas podríamos alcanzar la felicidad humana en un estado futuro ideal, un estado que Tomás Moro, cinco siglos atrás, vinculó a un topos, un lugar fijo, un Estado soberano regido por un gobernante sabio y benévolo. Pero, aunque hayamos perdido la fe en las utopías de todo signo, lo que no ha muerto es la aspiración humana que hizo que esa imagen resultara tan cautivadora. De hecho, está resurgiendo de nuevo como una imagen centrada, no en el futuro, sino en el pasado: no en un futuro por crear, sino en un pasado abandonado y redivivo que podríamos llamar retrotopía.

Fiel al espíritu utópico, la retrotopía es el anhelo de rectificación de los defectos de la actual situación humana, aunque, en este caso, resucitando los malogrados y olvidados potenciales del pasado. Son los aspectos imaginados de ese pasado —reales o presuntos— los que sirven hoy de principales puntos de referencia a la hora de trazar la ruta hacia un mundo mejor.