17 abril 2012

...ya he leído: Nocturnos, de Kazuo Ishiguro

SINOPSIS
Éste es el primer libro de relatos del autor, reúne cinco historias que pueden leerse como estudios y variaciones sobre unos cuantos temas o como todo un concierto. 
En «El cantante melódico», un guitarrista de oficio reconoce a un vocalista americano y juntos aprenden una lección sobre el distinto valor del pasado. 
En «Come Rain or Come Shine», un maniaco-depresivo es humillado en casa de una pareja de antiguos progres que han pasado a la fase yuppie. 
El músico de «Malvern Hills» columbra su mediocridad cuando prepara un álbum a la sombra de John Elgar. 
En «Nocturno», un saxofonista conoce a una vieja artista de variedades. 
En «Violonchelistas», un joven prodigio del chelo encuentra a una mujer misteriosa que le ayuda a perfeccionar su técnica. 
Las cinco barajan elementos que son habituales en el autor: la confrontación de las promesas de la juventud y los desengaños del tiempo, el misterio del otro, los finales ambiguos y sin catarsis. Y la música, íntimamente relacionada con la vida y obra del autor. 

COMENTARIO
Este comentario no puede empezar de otra forma que confesando que me gusta cómo escribe Ishiguro, que disfruto con su forma de construir unas experiencias humanas de apariencia corriente pero que siempre están tocadas por el signo de lo desconcertante. Disfruto del viaje que siempre nos invita a hacer hacia lo particular de esas vivencias a través del dibujo fino y profundo (entiéndase bien como aquello que posee hondura) de la psicología de sus personajes.  Me recreo con el talento de Kazuo Ishiguro y me han fascinado estos cinco relatos relacionados íntimamente con la música y con aquellos que consiguen un intransferible disfrute de ésta. 
Los protagonistas de estas historias no son músicos corrientes, son personas que poseen un don musical y que se visonan -como a través de una mirilla- en un momento crucial de reajuste de su vida. Ciertamente, el desengaño del paso del tiempo, el arrepentimiento, las oportunidades perdidas, son elementos temáticos que ya han aparecido en las letras de Ishiguro, pero estos cinco nocturnos posseen un punto de absurdo -de algo sútilmente extravagante y sin aparente sentido- que los convierte en verdaderas invitaciones al deleite de la lectura. Hay algo tan disimuladamente absurdo en todas estas historias, que puede sudecer incluso que las leamos sin darnos la menor cuenta. Sin duda se debe de tratar de todo aquello disparatado que ya es corriente en la sociedad de nuestros días, como la incomunicación, la no aceptación del uno-mismo, el autoengaño que nos permite creer que seguimos siendo quienes probablemente tampoco nunca fuimos, en definitiva todas aquellas incoherencias pequeñas y sutiles que ya no podemos quitarnos de encima. 
Y la música de esos cinco nocturnos que nos acompaña de forma constante durante toda la lectura. Una verdadera maravilla. 

Billie Holiday -- Come Rain Or Come Shine