31 marzo 2009

...ya he leído: El último mohicano, de James Fenimore Cooper




Sinopsis


Ambientada en las luchas entre franceses e ingleses por el control de las colonias en el territorio de los Grandes Lagos, Cooper nos presenta un mundo caído donde la belleza de la naturaleza ha sido mancillada por la violencia. Una apasionante historia de lealtades, luchas y venganzas que tiene como escenario la última frontera del Oeste americano.


Comentario

Buscando información para realizar la ficha de lectura de El último mohicano, obra escrita el año 1826 por James Fenimore Cooper, he encontrado muchas anotaciones en las que se considera a este autor dentro de la -siempre de dificil definición- corriente del romanticismo literario. La verdad es que yo considero que es un autor que sí que toca el romanticismo, pero que no se aleja de elementos narrativos más propios del neoclasicismo (que es una corriente europea) que seguramente el autor conoció en sus viajes por el viejo continente. En realidad, si Fenimore Cooper era un autor romántico o con tintes clasicistas es algo de interés muy menor, por lo que me dedicaré, mejor, a comentar aspectos más relacionados con la lectura.
La novela me ha gustado y me ha parecido, incluso, un descubrimiento. Sin duda, se trata de una novela que fue popular; en la actualidad creo que más bien por las adaptaciones cinematográficas que, en el caso del film dirigido por Michael Mann el año 1992 (protagonizada por Daniel Day-Lewis en el papel del cazador Ojo de Halcón), tanto se aleja del desenlace final de la obra literaria.
Los elementos de intextetualidad que presenta la obra son uno de los aspectos que más me han gustado desde el análisis más formal. La expresión de la -poco profunda- emoción de los personajes es lo que resulta más atractivo desde el punto de vista de la narración. Desde luego es fantástico cómo aquello que parece va a ser más importante durante la lectura, va transformándose en algo cada vez más tangencial y sin importancia para acabar tomando posesión de ella aquello, sobretodo en todo lo que supone el eje de relaciones y experiencias del personaje Natty Bumppo, el cazador Ojo de Halcón, o Carabina Larga, que protagonizará otras novelas de la mano de James Fenimore Cooper: La pradera (1827), El explorador (1840) y The Deerslayer (1841).
El retrato de las relaciones interraciales y de género necesitaría un largo ejercicio de análisis. No siempre saldría bien parado el señor Cooper, la verdad. Resulta tremendo el desenlace de la historia de la hija mayor del oficial inglés Munro, Cora, ¡¡una mujer blanca, de unos treinta y cinco años y de origen mulato!!
Pero algunos elementos de lectura más emotiva (en fin, la marcha de Uncas y la inminente soledad de Chingachgook) estan bien tocados, y merece la pena darle una oportunidad a esta novela de aventuras que va transformándose en novela de personajes, donde el personaje que parece más periférico en la trama acaba convirtiéndose en el gran protagonista de ésta. Al finalizar la lectura de la novela hay que preguntarse: ¿quién es el último mohicano? y sabido esto indagar si quien pensábamos que era el último mohicano es el protagonista de la novela.

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