18 diciembre 2009

... ya he leído: Siempre en capilla, de Lluïsa Forrellad



Sinopsis

Tres jóvenes médicos, Leonard, Jasper y Alexander, se enfrentan a una epidemia de difteria que se extiende sin control por una barriada pobre de los alrededores de Londres. Estamos a finales del siglo XIX y no hay tratamiento médico para la enfermedad; por eso Jasper, siguiendo los métodos científicos de Pasteur, está desarrollando una vacuna, aunque no se atreve a probarla con humanos. Un asesinato misterioso precipitará de forma sorprendente los acontecimientos y pondrá en riesgo la vida de los protagonistas.

07 diciembre 2009

... me he divertido con: "Venècia" de Josep Pla


Josep Pla. Cartes d'Itàlia, 1955

Con el Vasari bajo el brazo, lápiz en ristre, ojo avizor y el corazón abierto al menor pálpito de vida, Josep Pla recorrió durante cuatro años los caminos de Italia, desde los valles de los Alpes hasta las polvorientas tierras del sur. Reportero con olfato a la caza del detalle más pintoresco, erudito entusiasmado por la historia, turista curioso explorador de conventos, fondas, mercados y museos, poeta arrobado ante la densidad artística que le rodea y humanista seducido por la vida cotidiana..., Pla compone un fresco puntillista cuyas pinceladas recogen los infinitos matices del mundo retratado. A lo largo de estas páginas podemos conocer y casi sentir el clima de determinada región y paladear su distintiva gastronomía, enterarnos de biografías ilustres, degustar un espresso raccomandato... Y también perdernos por las sensuales calles de Nápoles tras el guiño turbador de una muchacha de brillantes ojos negros; surcar en góndola recónditos canales bajo el incendio suave del crepúsculo, sobrecogidos por el hechizo de mil colores de las piedras de Venecia; recrear la vida apasionada y violenta del medievo entre las callejuelas estrechas de Siena, de caprichosas curvas incrustadas de palacios góticos; intuir el rostro de Beatriz reflejado en las claras aguas del Arno, ante los arcos del fascinante Ponte Vecchio florentino....


Por razones académicas debo de leer textos relacionados con la ciudad de Venecia. Y me he divertido con el señor Pla.

"Ara, a mi em sembla que a Venècia hi ha massa coloms. Una dotzena, un parell de dotzenes de coloms, està bé. Cinc-cents coloms grassos, vells i afamats -com més grassos més afamats- és una concentració de coloms excessiva, un espectacle de masses empipador. Convindria potser que els animals urbans sabessin fer alguna cosa més que menjar tot el dia. Hi ha, a més a més, massa coloms sobre les obres d'art posades a l'aire lliure. Hi ha massa coloms sobre el Gattamelata, a Pàdua, com hi ha massa coloms sobre el Colleone als Frari, com hi ha massa sobre la quadriga de la façana de la basílica. Aquest volàtil vulgar i adotzenat, sobretot quan s'ajoca, bufat, sobre la terra o s'immmobilitza sobre un objecte, treu dignitat i presència a aquestes obres d'art tan cèlebres. És molt difícil, és clar, de treure un gram d'importància a un cavall tan sensacional i a una figura tan esvelta i tan ben feta com la del Colleone, però és evident que un excés de coloms projecta sobre les coses que els suporten una espècie de ronya, com de malura de ploma corcada, bruta i pestilent. A Venècia hi ha massa coloms, i les autoritats haurien de permetre que de tant en tant els pobres capturessin i se'ls mengessin com si es tractés d'un suplement alimentari de les conferències de Sant Viçenç de Paül. Ja sé que aquestes pretensions són tan inútils que creuen que la falta de trepidació i soroll d'aquesta ciutat ha d'ésser, en part, compensada per la vivacitat de l'espectacle colomístic."

29 noviembre 2009

...ya he leído: Austerlitz, de W.G. Sebald





Sinopsis

En la oscura nave de la estación de Amberes -así empieza su historia el narrador- había un hombre joven, rubio, con pesadas botas de excursionista, unos pantalones de faena azules y una vieja mochila, ocupado intensamente en tomar notas y hacer dibujos en un cuaderno. El narrador lo observa fascinado, y entonces comienza una relación que, unas veces más íntima, otras más distante, se desarrolla durante decenios y va cautivando cada vez más a quien la narra. Jacques Austerlitz se llama el enigmático extranjero y, sólo cuando la casualidad vuelve a reunir a los dos hombres en los lugares más inesperados, se va revelando, paso a paso, la historia de ese viajero solitario y melancólico. Austerlitz, que vive en Londres desde hace muchos años, no es inglés. En los años cuarenta, siendo niño, un niño judío refugiado, llegó a Gales y se crió en casa del párroco de un pequeño pueblo, con el predicador y su mujer, personas mayores y tristes. El chico crece solitario y cuando, después de muchos años, conoce su verdadero origen y su nombre verdadero, sabe también por qué se siente extranjero entre los hombres. W.G. Sebald recoge en su nuevo libro la historia de un ser trastornado, desarraigado, que no puede encontrar su hogar en la tierra. Busca en el pasado, que revive una vez más en el denso lenguaje de uno de los narradores más importantes y originales de nuestro tiempo.



Comentario

Interesante reflexión sobre el discurso de la historia, es decir, sobre cómo aquello que se nos dice de la configuración de los hechos históricos influye en nuestra existencia cotidiana, porque Sebald piensa desde ellos como grandes temas que le llevan a escribir esta novela curiosa desde el aspecto más formal (aparecen fotografías en medio de la narración) y tan trastornada como dice la sinopsis que es su personaje por lo que se refiere al planteamiento del desarrollo narrativo del relato. Austerlitz también es una meditación sobre la construcción del individuo en una sociedad que no puede desvincularse de la construcción del Discurso de la Historia
Austerlitz es un personaje que descubre que su vida no tiene nada que ver con aquello que había imaginado, porque su procedencia le había sido ocultada durante su infancia. El protagonista se ve obligado a comprender, en un itinerario vital desordenado y algo confuso, que su memorial familiar está marcado de lleno por el desarrollo de sucesos históricos de los que no tenía ningún conocimiento, por lo que, se entiende, no tenían existencia para él. "Así, por inconcebible que hoy me parezca, no sabía nada de la conquista de Europa por los alemanes, del Estado de esclavos que establecieron, ni de la persecución a la que yo había escapado, o si algo sabía, no era más de lo que sabe la chica de la tienda, por ejemplo, de la peste o del cólera. Para mí el mundo acababa al terminar el siglo XIX" (p. 142. ed. Anagrama)
Desde la conciencia de una vida plagada de todo aquello encubierto e ignorado, Austerlitz intenta reconstruir la biografía familiar y encontrarse como ser venido a un mundo, por lo visto, plenamente histórico. En este sentido, la historia de Europa y el reflejo de ésta toma una importancia caudal en la comprensión de esta novela. Jacques Austerlitz intentará reseguir la biografía de Agáta Austerlizová y de Maximilian Aychenwald, sus padres desplazados en el tiempo y en el espacio y perdidos en la tremenda Historia de Europa de los años de la Segunda Guerra Mundial. Este viaje será planteado de una forma quizá inusual en lo que hace de Austerlitz un texto "especial", pues sale de algunos planteamientos narrativos tradicionales
Aquello que es más interesante es esta renovada forma de la voz narrativa. Austerlitz nos llega por medio de dos narradores que, en mi opinión, es un uno desdoblado. La voz de este personaje, con el que reseguimos vida de otros sujetos, siempre nos llega difundida por la de otro personaje que se dedica, únicamente, contarnos aquello que explica el primero. Austerlitz explica y explica y explica... sucesos, hechos, aspectos de la Historia que desconocía a través de un compañero que tan sólo se limita a escucharlo y a repetir sus palabras. La expresión "dijo Austerlitz" aparece en innumerables ocasiones, como una añadidura innecesaria que se transforma en un elemento irremplazable e imprescindible desde el eje de la comprensión estética de la novela. Para entender esta voz desdoblada, sin embargo, hay señalar que durante toda la narración hay abundantes referencias a los trastornos mentales. Austerlitz en un personaje que se sabe trastonado y, incluso, se presume en ocasiones desdoblado.
En todo caso, para mí la página 75 sintentiza todo lo que W.G. Sebald ha querido compendiar en esta novela. Me parece una propuesta intelectual sugestiva y cautivadora, por lo que la reproduzco a continuación, a modo de resumen y síntesi:
"Al final, no quedaba otro remedio que resumir todo aquello de lo que no se sabía nada con la ridícula frase "la batalla oscilaba de un lado a otro" u otra igualmente inepta e inútil. Todos nosotros, incluso los que creemos haber prestado atención a lo más mínimo, recurrimos sólo a decorados que se han utilizado con harta frecuencia en la escena. Tratamos de presentar la realidad, pero, cuanto más nos esforzamos, tanto más se nos impone lo que siempre se ha visto en el teatro histórico: el tambor caído, el soldado de infantería que apuñala a otro, el ojo desorbitado de un caballo, el invulnerable emperador, rodeado de sus generales, en medio del fragor congelado de la batalla. Nuestra dedicación a la historia, según la tesis de Hilary [personaje de la obra: profesor de Austerlitz en la época del instituto], era una dedicación a imágenes prefabricadas, grabadas ya en el interior de nuestras mentes, a las que no hacemos más que mirar mientras la verdad se encuentra en otra parte, en algún lugar apartado todavía no descubierto por nadie" En fin, ahí quedan estas palabras.

...ya he leído: Diario del año de la peste, de Daniel Defoe




Sinopsis

En 1720 la peste, que prácticamente había desaparecido de Europa después del gran brote de 1665, volvía inopinadamente a declararse en Marsella. En Inglaterra muchos recordaban esa tragedia de su niñez. Las noticias que llegaban de Marsella traían ahora de nuevo el pánico y la inseguridad. Daniel Defoe, que se ganaba la vida como periodista, aunque había publicado ya dos novelas en torno -precisamente- a un personaje sometido a la angustia de una situación límite (Robinson Crusoe y Moll Flanders), había sido uno de esos niños que en 1665 sobrevivieron a la epidemia. Su preocupación por la actualidad y lo que podría ocurrir en caso de que sobreviniera otro «azote» le llevó en 1722 a escribir el Diario del año de la peste, bajo la forma de las memorias de un superviviente de la catástrofe.


Comentario

Destaca el subtítulo sumario de la obra, habitual según el uso se la épcoa, donde el autor añade: "Observaciones y recuerdos de los hechos más notables, tanto públics como particulares, que ocurrieron en Londres durante la última gran epidemia de 1665, escrito por un ciudadano qu durante todo este tiempo permaneció en Londres. Publicado por vez primera.” Daniel Defoe está considerado une dels iniciadores del periodismo moderno, faceta que se revela en la su extraordinaria destreza en el momento de narrar sucesos.
Como el 1721 la peste volvió a hacer aparición en Europa por la parte de Marsella i devastó la población de la Provenza, el tema volía a ser de actualidad y el autor, con un claro sentido del negocio, decdió escribir este Diario. Escrito en primera persona y con su acostumbrado sistema de falsas memorias, Defoe se basó en los testimonios orales recogids de boca de algunos viejos (vivian todavía en Londres algunos ancianos supervivientes de la gran peste, que Defoe había vivido cuando era un niño de cinco o seis años), en documentos de los archivos de la ciudad y, sobretodo, e su prodigioso talento de escritor realista.
Daniel Defoe se muestra en franca oposición con la tradición neoclásica, período de literatura galante y de ocio ornamiental, aunque esta convivencia explica quizás la incorporación de una pequeña pieza dramática en la obra: la historia de los tres amigos que se van junts de Londres y que regresaran vivos después de experimentar diferentes situaciones críticas. el valor moralista de esta obra se refleja claramente en esta parte del texto, donde Defoe propone: “Toda su historia es una constante lección y todo lo que hicieron, al igual que los que se unieron a ellos, es un modelo a seguir por todos los pobres, tanto hombres como mujeres, en caso de que volviesen tiempos como aquellos”.
Los que se van de la ciudad enseguida que comienza a expandirse la plaga son los ciudadanos que proceden del extremo oeste y de aquello que se conocía como el corazón de Londres, es decir, la gente más rica de la épcoa. A las liberties y los suburbios se quedó la mayoría de la gente que no pudo huir, en espacios urbanos que ya se encontraban bastante superpoblados. El narrador vivie en Londres, entre los sectores de Aldgate Church y Whitechapel Bars, próximos a la Torres de Londres.
La división que supone el campo y la ciuda toma importancia en el relato intercalado de los tres viajeros, que huyen y se ven obligados a saber sobrevivir no sólo con la posibilidad funesta de enfermar, sino también con todos los recelos que provocan en los lugares a donde llegan, en poblaciones alejadas de Londres.
Diario del año de la peste es un diario puntual y robusta, que narra un talabartero, de la clamidad que se abatió sobre la gran ciudad. El tono del diario es de una sobria pero minuciosa autenticidad, corroborado por textos oficiales, disposiciones legislativas y estadísticas parroquiales.

22 octubre 2009

...ya he leído: Huye rápido, vete lejos, de Fred Vargas




Sinopsis

Alguien ha pintado un cuatro negro, invertido, con la base ancha, sobre cada una de las trece puertas de un edificio del distrito 18 de París. Debajo aparecen tres letras: CLT. El comisario Adamsberg las fotografía y titubea: ¿es una simple pintada o una amenaza? En el otro extremo de la ciudad, Joss, el viejo marino bretón que se ha convertido en pregonero de noticias, está perplejo. Desde hace tres semanas, en cuanto cae la noche, una mano desliza incomprensibles misivas en su buzón. ¿Se trata de un bromista? ¿Es un loco? Su bisabuelo le murmura al oído: «Ten cuidado Joss, no sólo hay cosas bonitas en la cabeza del hombre».


Comentario

Fred Vargas es el seudónimo de Fréderique Audoin-Rouzeau, una científica parisina nacida en 1957. En esta novela de género policiaco presenta el caso de unas muertes que parecen deberse a la acción de un sembrador de la plaga de Dios, esto es, la peste. Sí, esa enfermedad infectocontagiosa que a lo largo de la historia se ha erigido como valor paradigmático por su capacidad de diseminación en una determinada población. Y es de este valor concreto desde donde nace la trama planteada por Vargas en Huye rápido, vete lejos. ¿Sería posible diseminar la infección bacteriana de la peste en el París de finales del s. XX? ¿a quién se le puede ocurrir realizar una acción tan terrible como esta?
Huye rápido, vete lejos es un ejercicio policíaco muy bien planteado y magníficamente resuelto. Cumple con todas las características propias del género, sin adentrarse en la novela políciaca-psicológica que parece que ahora está tan de moda. Los personajes de Vargas en esta obra son arquetipos propios del género que están tratados con una cierta -y adecuada- dosis de ternura y cariño, lo que provoca que se siga con interés una trama que, quizá se encuentra algo falta de una mayor dosis de ritmo narrativo. Si bien, reconozco la dificultad de mantener un ritmo frenético en un caso como este: diseminación de la peste para provocar unas muertes muy concretas. Cómo planetar una acción ágil cuando unos personajes creíbles deben de hacerse con las bacterias de la yersinia pestis (Nosopsyllus fasciatus: pulgas de rata, en la novela) y deben diseminarlas por una ciudad de París que, previamente han señalado con un cuatro protector -salvo en unas consecuentes excepciones-.
La estructura de la obra está muy cuidada, Fred Vargas realiza un trabajo primoroso en este sentido. Al principio parece que estamos en dos tramas con dos líneas muy diferenciadas, hasta que llega el momento en que los personajes que pueblan estas pericepcias se encuentran y provocan el desarrollo del relato policíaco. Los personajes, como ya he apuntado más arriba, son arquetipos propios del polar, aunque la escritora nos presenta algunos detalles característicos que les dotan de una pequeña personalidad, que ayudan a que los podamos hacer un poquito más nuestros. Para mí destacan en lo original del planteamiento el pregonero, Joss Le Guern; el detective Adamsberg -porque obviamente, es quien más debe destacar en una novela de este género-; y me ha gustado mucho el trato que la autora ha dado al sembrador.

02 octubre 2009

... ya he leído: Mientras agonizo, de William Faulkner



Sinopsis

Addie Bundren yace agonizante mientras sus hijos y su marido aguardan el momento de su muerte y se disponen a cumplir su voluntad de ser enterrada en el cementerio de Jefferson, a más de sesenta kilómetros de distancia, junto a sus antepasados. La narración de las peripecias que corren los pobres e ignorantes miembros de la familia Bundren a lo largo del extraño y accidentado traslado del cadáver en una carreta de mulas. Sirviéndose del monólogo interior de los personajes, crea una novela poliédrica que, cual una piedra tallada, va reflejando, según la faceta a través de la cual apreciamos su unidad, los infinitos claroscuros de la naturaleza humana.


Comentario

La inesperada voz de Addie (bien, quien ha leído sobre el libro ya sabe que aparece su voz durante la narración, pero es obvio que ésto no es lo que se espera de un personaje que ya lleva días finado y vestido en un cajón de maderas recién serradas como féretro) me ha parecido tan extrañamente impactante que todavía estoy un poco tocada con la lectura de este libro. También me ha impresionado lo que sucede con la pierna de Cash, e segundo de los hijos de Anse (padre detestabilísimo) y de la difunta Addie. El conjunto de las peripecias es curioso y tremendo, por descontado, pero es la expresión de esas voces que deberían sentirse próximas (por lo familiar) y que se encuentran tan alejadas (por ese exceso de cercanía a la tierra en unos personajes que sólo miran hacia el cielo desde la culpa y una hermética concepción del pecado) lo que hace este relato tan especial. Vardaman es también un personaje bastante turbador.

... Faulkner, ¡qué maravilla! [Me gusta tanto escribir paréntesis si reflexiono sobre la escritura de Faulkner!!! Es uno de los recursos que más utiliza y que más me gustan de este autor!!!]

19 septiembre 2009

....ya he leído: ¡Absalón, Absalón!, de William Faulkner




Sinopsis

A la vez fuente de inspiración literaria y materia de reflexión ética e histórica, el Sur transmite su abigarramiento y complejidad a la gran saga que constituye la obra de William Faulkner (1897-1962), en la que el condado de Yoknapatawpha (mítica transposición de la región norteña de Mississippi) constituye, más que el ámbito de la fabulación, su propio objeto. En ¡Absalón, Absalón! (1936), Quentin Compson ­vástago del linaje cuya ruina se describe en El ruido y la furia ­ recrea, con la ayuda de su compañero de habitación de Harvard, los obstinados esfuerzos de Thomas Stupen para regir una gran plantación y fundar una dinastía. La destrucción y el fracaso son la conclusión final de una historia de violencia, orgullo, incesto y crimen.


Informaciones

William Faulkner cuenta en Absalom, Absalom! la historia de la familia Sutpen, antes, durante, y después de la Guerra de Secesión en el imaginario condado de Yoknapatawpha, en Mississippi. La historia es narrada por cuatro personajes, directa e indirectamente relacionados con los Sutpen, Rosa Coldfield, Shreve, Quentin Compson y su padre. Estos cuatro narradores intentan reconstruir los trágicos acontecimentos que rodearon a la familia Sutpen y que acabaron con la progresiva destrucción del patrimonio y la dinastía que había creado Thomas Sutpen en el idílico Sur, de la cultura de la plantación y de la esclavitud y que se vio súbitamente truncada por la Guerra Civil estadounidense.
Esta obra enigmática, ambigua, paradójica y de gran complejidad técnica gira alrededor del racismo, el amor, la venganza y el honor en el contexto histórico y cultural de la época de la esclavitud y las plantaciones de los grandes terratenientes del sur y la Guerra de Secesión (1861-1865) que acabó con todo ello. Pero el verdadero significado de Absalón, Absalón reside en los límites del conocimiento humano y la inexistencia de la verdadera objetividad, todo ello lo representan los cuatro narradores, que intentan reconstruir una historia de la que desconocen gran parte de los hechos.
¡Absalón, Absalón!, la historia de la perturbada ambición de Thomas Sutpen y la tragedia con la que culmina la envenenada relación de ultrajes, incestos, ciegos prejuicios, honor corrupto, recelos racistas y sangre derramada entre Sutpen, sus hijos legítimos, Henry y Judith, y su hijo repudiado, Charles Bon, una trama laberíntica e inspirada en el episodio bíblico de Samuel, 2: 13-19 –que cuenta cómo Absalón, hijo de David, mata a su hermano Amnón por haber forzado a su hermana Tamara– regresa al estilo polifónico de las narraciones apócrifas contrapuestas en un texto convertido en palimpsesto, los monólogos interiores tejidos con anacolutos y una sintaxis desquiciada por las sinuosidades del pensamiento y la presencia de estructuras codificadas como versículos bíblicos, cartas, fórmulas de la novela negra o el folletín victoriano o sermones, las dilatadas elipsis y las subversiones temporales que desplegó de forma extraordinaria en El ruido y la furia (1929). Por el texto enmarañado de voces trenzadas en el tiempo por narradores confusos que hablan y piensan a la vez, que en ocasiones transcriben la oralidad y con frecuencia se abandonan a la verborrea y a una oratoria nacida de un doble mecanismo de digresión y contradicción, por ese texto hipertrofiado (“siendo así que la tía una noche se deslizó por el canalón del desagüe... de modo que asunto concluido: que luego su padre se encerró en el desván [...], así que asunto concluido [...]; así pues, que ella tenía también razón en lo referente al padre...”, p. 226), y trufado de jergas (“¿Susté Rosie Coldfield? Pos más vale que se venga pallá. Henry sacargao a ese menda, al cabrón del francés. Loa dejao más tieso cun filete”, p. 166), y de ecos que construye Faulkner aquí sólo cabe avanzar, como señala David Dowling (William Faulkner, MacMillan, Londres, 1989), “como avanzaríamos en la jungla, cortando la maleza con un machete mientras vemos que a nuestra espalda ya se cierra de nuevo el camino, sintiéndonos ahogados en un exuberante hábitat de modificadores, oraciones de relativo, frases parentéticas, perífrasis”, ambigüedades, yuxtaposiciones, cambios ortotipográficos que revelan otros tantos cambios de voz o de punto de vista, abruptas y laberínticas hipotaxis (“Y así lo que tal vez estaba haciendo a la hora del crepúsculo (pues supo que Sutpen había regresado [...]) en el jardín mientras paseaba con Judith [...] (y Judith pensando en todo ello como pensaba en aquel primer beso del verano anterior: Así que es eso. Eso es el amor [...]); así, acaso lo que estaba haciendo era tan solo esperar, decirse Quizá todavía mandará llamarme [...]”, p. 421), y otras violentas especies lingüísticas que nos asaltan cuando tratamos de recapitular y de hacernos con la trama de Sutpen, de su megalómana mansión, de los inhóspitos páramos del espíritu que atraviesan él y su infortunada familia (“la conciencia moral es la maldición que el hombre tuvo que aceptar de los dioses para que le dieran el derecho a soñar”, declaró Faulkner en su entrevista a The Paris Review), y del asesinato de Bon a manos de su hermano Henry, una trama urdida por los discursos amalgamados de la señorita Rosa, cuñada de Sutpen, de su vecino el señor Compson, del hijo de éste, Quentin, y de su compañero en Harvard, Shreve, que recuerdan, imaginan y conjeturan a un mismo tiempo, generando una espiral de distintas y equívocas versiones que dificultan el establecimiento de un relato avalado por algún principio de autoridad, pero que a la vez permiten que el lector penetre en el detectivesco e inquietante microclima moral creado por Faulkner en esta obra maestra en la que relato, acción, personajes, trama y peripecia parecen destinados a desaparecer por el desaguadero del lenguaje. Está aquí el mejor Faulkner del modernism, el que escribe pensando en el proceso de la escritura misma y no tanto en el producto de la historia que escribe. Disfrute el lector avanzando en la jungla textual sin miedo a no poder retroceder, pues es el placer de la aventura del trayecto, y no la satisfacción de la llegada, lo que Faulkner espera que experimente. ¡Absalón, Absalón! responde a una retórica circular en la que ni existe inicio ni existe final, y en la que de nada sirve esperar que las viejas leyes de la causa y el efecto y de la lógica acudan en nuestra ayuda. Como señala Vargas Llosa (La verdad de las mentiras. Ensayos sobre literatura, Seix-Barral, 1990) a propósito de la manipulación de los datos de la historia por parte de sus narradores en el estilo faulkneriano, “toda novela se compone de datos visibles y de datos escondidos. El narrador nunca nos lo dice todo, y a veces nos despista: revela lo que un personaje hace pero no lo que piensa o al revés. Así, la historia se va iluminando y apagando”. No traten de ordenar el texto para entenderlo, piérdanse en su maraña y lo entenderán de verdad, advierte Faulkner en imaginarias notas al pie. Háganle caso, lean así ¡Absalón, Absalón! y disfrutarán del texto sagrado y de su traducción.


Comentario

Para mí Faulkner es ese escritor que te dice constantemente: "nunca escribirás como se debe (esto es: igual que yo), ¡no merece la pena ni que lo intentes!". Escritura elevada, pluma única y privilegiada, lectura inigualable.

21 agosto 2009

...ya he escrito: La felicidad

Creí que iba a ser mi momento de auto-lamento en el que podría explicar que estábamos en casa liados con el tema del despido, pero ella replicó que era madre de cuatro hijos y que se encontraba sola para sacarlos adelante. Como poco más podría añadir yo a ese cúmulo de vicisitudes vitales, opté por escuchar, que es lo mejor que se acostumbra a poder hacer en un taxi. Tenía dos hijos mayores y dos niñas pequeñas. Explicaba que a los mayores los habían despedido sin indemnización y yo quería llorarle porque a mi marido no le dan el despido improcedente que le corresponde. Callarme, sí, opté por callarme.
Pero ella no dejaba de mirarme por el retrovisor y yo no sabía bien, bien, sobre qué debía de hablar. Me habló sobre echar la vida para delante y sobre la felicidad. La felicidad, entendida como constructo social, había sido el tema de la conversación que había mantenido durante un buen rato con los amigos que me habían metido en el taxi de regreso a casa. La emoción instantánea no entiende de felicidad, según uno de ellos, pues una sencilla alusión a esta no representa más que un llamamiento a una convención previamente establecida. La felicidad entendida como una mierda, vamos, en la barra de un bar mientras tomábamos unos mojitos, mientras que la mujer del taxi me había hablado de aceptar las cosas como vienen e intentar ser feliz con ello.
Después de bajar del coche y de abrir la portería, me giré hacía la calle y me despedí con la mano. El taxi permanecía parado delante de mi portería y aquella mujer todavía miraba para asegurarse de que entraba en el edificio, o eso me pareció a mí. También me había hablado del karma de cada uno de nosotros. Parece ser que el karma se interpreta como una ley cósmica de retribución, o de causa y efecto, aunque las religiones dárdicas expresan diferencias en el significado mismo de esta palabra. La cuestión del karma había obedecido a mi segunda intención de auto-lloriqueo frustrado, pues mis amigos me habían tenido que sugerir el taxi porque no podía regresar a casa en mi propio vehículo después de los mojitos en la patética felicidad que nos rodea. La mujer reivindicaba esa historia tan vieja sobre si esto había tenido que ser así, seguro que obedecía a algún tipo de razón cósmica, porque resulta que todos tenemos nuestro karma. Yo creo que más bien se trataba de que había bebido, sin duda, más de la cuenta, pero ella había optado por mostrarse discreta con ese tema.
Y no dejaba de mirarme por el retrovisor. Esperó a que entrase en la portería. Mis amigos habían insistido en que no regresara conduciendo mi propio coche. Me había reído tanto en la barra del bar. Hablamos un rato en lengua francesa porque nos dio por ahí. Caminamos y caminamos. Habíamos cenado charlando sobre el valor del sexo y del amor. Ah! No, era sobre si las parejas de amigos pueden tan sólo limitarse a follar cuando las relaciones se convierten en más íntimas. Primero, habíamos visitado las fotografías de Robert Capa en la exposición del museo. Las cosas no parecen ser lo que siempre han parecido. Se impone la impostura. Y la felicidad no es más que el reconocimiento de una aparente regla social. Pero qué feliz es uno cuando los demás se preocupan de él.

30 julio 2009

... ya he leído: Joyita, de Patrick Modiano.






Sinopsis
París, años sesenta. Joyita ha crecido sin saber nada de su madre y hace tiempo que nadie la llama por este sobrenombre.


Comentario


Novela breve de Patrick Modiano que reflexiona sobre la importancia de la memoria íntima en nuestras vidas. Conservar los recuerdos dolorosos y saberlos superar dejándolos atrás de la forma más conveniente. Se trata de una novela que pretende ser tierna y, finalmente, algo esperanzadora pero que es sobre todo triste y desconsoladora.
La protagonista ha vivido una de esas infancias desestructuradas y más bien sórdidas y la novela se estructura en cómo esta protagonista va recuperando sus recuerdos después de haber visto en el metro a una mujer que le recuerda a su desaparecida madre. Novela sobre las mentiras de los adultos que se convierten futuras e inmutables realidades en la vida de los niños que los rodean, esas falsas apariencias que condicionan de forma total la vida de los hijos. Pienso que ésta es una de esas obritas (121 páginas que no tardan nada en leerse!! ) que se perciben de forma muy diferente en función de la edad en que se efectúa la lectura.
Si soy totalmente sincera, el tono de la lectura me ha hecho esperar que pasara algo más de lo que sucede al final del relato. No me ha decepcionado, pero me ha dejado más triste de lo que ya iba estando mientras leía. Sí, se visita París mientras se lee, pero ni siquiera eso me parece relevante en el conjunto de la obra. Yo creo que no pasa nada si no se lee esta Joyita (yo la he leído en catalán, bajo el título de La Petita Joia), que es el apodo que recibe la desgraciada niña Thérèse de su madre antes de que ésta desaparezca. Suzanne Cardères, o Sonia O’Dauyé, parece haber muerto en Marruecos después de haber dejado ciertamente abandonada a su hija en París. Sin embargo, esta madre de diferentes nombres y de vida más bien dispersa necesitaba tomar morfina y quedarse algunos días encerrada en su habitación… en fin… las mentiras de los adultos que se convierten en el inevitable dolor de las posteriores vidas de sus hijos. Leer para creer.

28 julio 2009

... ya he leído: La dama de blanco, de Wilkie Collins



Sinopsis
La Dama de blanco es una novela que tiene como ingredientes fundamentales la intriga y el suspense. Laura Fairley vive la pesadilla de unos hechos que amenazan con desquiciar su mente. Su asombroso parecido con la loca y fantasmagórica Anne Catherick –la dama de blanco– es la piedra angular en la que se apoyan las sórdidas maquinaciones de su esposo, Sir Percival, y del amigo de éste, el conde Fosco. Sólo la fraternal solidaridad de su hermanastra Marian y el tenaz y limpio amor que le profesa Walter Hartright serán capaces de destruir la fatalidad que se cierne sobre la vida de Laura.

Comentario
Larga novela de 669 páginas (en edición cartoné de Círculo de Lectores de 1991), hay que leerla, sin duda, con tiempo para disfrutar de ella. Me ha gustado mucho La dama de blanco y pienso que, cuando disponga nuevamente de tiempo y tranquilidad, leeré La Piedra lunar del mismo autor, Wilkie Collins.
Esta larga obra que se plantea como el conjunto de testimonios de una serie de personajes encabezados por Walter Hartright que van a intentar deslindar una terrible conspiración tramada en perjuicio de la anulada protagonista Laura Fairley. Todo gira en torno de esta mujer, Laura Fairley, pero en definitiva ella es el personaje que menos activo se muestra durante la novela. Bien al contrario que el segundo personaje femenino de importancia de la obra, Marian Halcombe, la señorita Halcombe, que es profundamente activa y brilla como mano ejecutora de gran parte de las acciones que tejen la trama de la narración. Desgraciadamente, la señora Halcombe es bella pero fea, incluso varonil. Lo bueno del carácter de la señorita Halcombe resulta que es su decisión masculina, su valentía que la asemeja presuntamente a la de un hombre, y es por esto que el señor Wilkie Collins parece que incluso la masculiniza en su descripción física: “Al contemplar aquel semblante sobre aquellos hombros que un escultor hubiera ansiado por modelo, y al recrearse en la tenue gracia de sus gestos que reflejaban la belleza de sus miembros, para encontrarse luego con los rasgos y expresión varoniles que remataban aquel cuerpo perfecto, se experimentaba una extraña y desagradable sensación […]” Es tan extraña que yo ni siquiera me imagino a Marian Halcombe, que después se convierte en un personaje tan entrañable por su fortaleza y su valentía. En fin… el amor se lo llevará, por descontado, la protagonista absoluta Laura Fairley, me parece que en este sentido no desvelo ningún misterio.
La dama de blanco es una verdadera novela de intriga recreada a través de la reconstrucción de unos testimonios, como ya he mencionado, y con la construcción de un personaje que realiza todas las pesquisas que le son pertinentes a un detective en toda regla. Walter Hartright no se encuentra en el momento en que se urde la terrible conspiración pero no dejará un momento de descanso hasta conseguir deshacerla y dejar claro todo lo ocurrido. Cómo resulta fácil de imaginar, los buenos son muy buenos y los malos son muy malos, si bien las lecturas intermedias que apunta Wilkie Collins no tienen tampoco desperdicio. El curioso personaje del conde Fosco es sugestivo y seductor. Creo que es de los pocos personajes que he llegado a pensar que me gustaría conocer en la vida real. Vamos, que he pensado en la posibilidad de conocer una persona de esas características fuera del mundo de la ficción. Tremendo y curiosísimo este italiano “enormemente gordo”, que se acompaña de un loro, dos canarios, ratoncitos blancos enjaulados con los que conversa y que se encuentra casado con la oscura Madame Fosco . Creo que merece la pena leer la novela para conocer este personaje, bueno… y también para reseguir las indagaciones del abnegado Walter Hartright.
La narración de Wilkie Collins, el autor, sobre la feminidad es algo contradictorio en ocasiones pero, en mi opinión, ampliamente favorable sobre la reclamación de una clara liberación e independencia de la mujer desde el discurso del género. La obra fue publicada en 1860.
La dama de blanco es una unión de diferentes y diversos géneros: desde la narración más propiamente novelística de un personaje testimonio que explica aquello que presencia hasta la narración del dietario personal, pasando por las epístolas, la visión del diálogo como género dramático (destaca el momento en que la señorita Halcombe trepa y se esconde en el tejado de la mansión de Blackwater Park bajo la terrible lluvia para reproducir fielmente el diálogo que ha escuchado entre Sir Percival y el conde Fosco) , también se encuentra en la novela el discurso propio de los géneros retóricos del derecho, que Wilkie Collins debía conocer a la perfección ya que había estudiado Derecho antes de dedicarse de lleno al oficio de escritor. Se recrea un juicio y sus interrogatorios pertinentes. En este uso de la novela como pangénero hablan de la modernidad de la obra, así como de su innegable interés como creación literaria. Wilkie Collins trabajó en la búsqueda de formas narrativas renovadoras; se trata de un elemento creativo muy visible desde este planteamiento teórico.

17 julio 2009

...ya he leído: After Dark, de Haruki Murakami





Sinopsis


Cerca ya de medianoche, Mari, sentada sola a la mesa de un restaurante, se toma un café, fuma y lee. Un joven la interrumpe: es Takahashi, un músico al que ha visto una única vez, en una cita de su hermana Eri, modelo profesional. Ésta, mientras tanto, duerme en su habitación, sumida en un sueño profundo, "demasiado perfecto, demasiado puro". Mari ha perdido el último tren de vuelta a casa y piensa pasarse la noche leyendo en el restaurante; Takahashi se va a ensayar con su grupo, pero promete regresar antes del alba. Mari sufre una segunda interrupción: Kaoru, la encargada de un "hotel por horas", solicita su ayuda. Mari habla chino y una prostituta de esa nacionalidad ha sido brutalmente agredida por un cliente. Dan las doce. En la habitación donde Eri sigue sumida en una dulce inconsciencia, el televisor cobra vida y poco a poco empieza a distinguirse en la pantalla una imagen turbadora: una amplia sala amueblada con una única silla en la que está sentado un hombre vestido de negro. Lo más inquietante es que el televisor no está enchufado...


Comentario

Pues esta novela de Haruki Murakami, que el segunda que leo después de Tokio blues, no me ha gustado tanto desde la pespectiva emocional de la lectura pero me ha interesado desde su construcción novelística, aunque en realidad no creo que se trate de un ejercicio especialmente sobresaliente. El señor Murakami ha escrito sobre algunos personajes que pueblan la noche (más de una vez calificada como "espacio de tinieblas") que, sin saberlo, se cruzan entre ellos. La típica narración del cruce de caminos, esas vidas que se entrecuzan en las calles de las grandes urbes sin que las personas que las experimentan sean conscientes de cómo en un momento dado pueden influir en la vida de los demás. Sinceramente, esta expresión constructiva no me parece demasiado original y que la acción de la narración se situe en la noche japonesa tampoco me parece singular tratándose de Murakami, pero debo de reconocer que no conozco demasiado el funcionamiento de los barrios de ocio de las grandes ciudades niponas y que sí me ha interesado mucho la descripción y explicación del funcionamiento de un love hotel que recrea Murakami en el libro. Además, Kaoru, la encargada del love ho me parece un personaje muy bien trazado, de esos que sí se quedan un tiempo en la memoria de los lectores.
Las referencias musicales (After Dark se origina en la pieza musical Five Spot After Dark de Curtis Fuller) y literarias, en realidad casi todo el escenario referencial es de características muy europeas y norteamericanas. Jean-Luc Godard, por ejemplo, da nombre al love hotel donde se desarrolla gran parte de la historia: Alphaville
Lo mejor de After Dark es que se trata de una novela muy fácil de leer, la lectura és ágil y rápida y eso siempre hay que agradecéserlo a un buen escritor. La narración propone el encuentro algo dispar entre diferentes y diversos personajes, pero se trata de una única trama narrativa. Murakami además plantea algunos elementos desconcertantes durante la lectura, como el uso de las personas verbales. Parece que los lectores (somos más de uno??!!) formamos parte de una de las voces narrativas, la de primera persona del plural: "Captamos esta imagen desde las alturas, a través de los ojos de un ave nocturna que vuela muy alto" o "Nos encontramos en Denny's", no parece que se trate de una forma de impersonalidad sino más bien que formamos parte de una grabación y que ese "nosotros" se encuentra detrás del visor de la cámara por lo que vamos a decidir sobre su enfoque. Esta perspectiva narrativa se alterna con la frecuente óptica de la tercera persona del singular de un narrador testimonio que explica lo que sucede a los personajes que va encontrando a lo largo del relato. El diálogo es otra técnica que utiliza Murakami en la novela, los personajes principales conversan y conversan durante toda la noche e, incluso, para variar el ritmo de las conversaciones el escritor, en un momento muy concreto, se lleva la tipografía a la forma del estilo directo del diálogo teatral dónde destierra los guiones y da paso al nombre del personaje que habla y a los dos puntos.
Pero... Tokio blues era una novela que se quedaba entera en la memoria por la belleza de su escritura y el poder de su narración. Creo que esto no pasará con After Dark, que quiere proponer una análisis algo más hondo del momento sociohistórico en que sitúa la acción. Murakami reflexiona -muy por encima, creo- sobre el problema de las mafias y de la trata de mujeres; sin duda sobre el sistema judicial y el control que este ejerce sobre las personas; también considera la naturaleza de los barrios de ocio; pondera el estilo de trabajo japonés hasta altas horas inimaginables y la falta de vida familiar que este conlleva. Pero estas anotaciones de cierto interés sobre trances que tienen lugar en el mundo se entretejen de forma inquietante en ese ambiente perturbador del personaje durmiente de Eri Asai, que se encuentra en una habitación y se transfigura a través de un monitor televisivo.
Y es que After Dark es, curiosamente y sobretodo, una novela de hermanas. Una novela de relaciones familiares frustradas que se ven concretadas en las existencias dispares y asimétricas de dos hermanas, Eri Asai i Mari. La una necesita dormir y la otra no puede y decide evadirse en la "tiniebla" de la noche.
En mi lectura más íntima y personal, le he dado un significado concreto al momento final de la narración en el Mari se acerca físicamente a su hermana Eri. Después de la consiguiente la lectura sobre la muchacha que duerme y duerme y se ve reflejada en un monitor desconectado y se transfigura o no a la realidad, y sale o no de su habitación... En fin... entiendo que la cultura nipona tiene otra consideración de todo aquello mágico (que, además, tiene la sorprendente capacidad de traspasarse por los cables telemáticos!!) en lo que probablemente yo no me suelo identificar. Pero el encuentro de las hermanas para mí ha sido una imagen válida sobre la vivencia de la enfermedad de los otros; me refiero a cuándo alguien experimenta cómo otra persona se encuentra enferma (y/o postrada) y uno es quién hace compañía. En el libro, tan sólo se trata de un acercamiento entre dos personas que se encontraban distanciadas y seguro que el señor Murakami no pensó en esto que yo anoto cuando redactó su texto, pero bueno... esto es lo bueno de la literatura...

08 junio 2009

Al puente de Brooklyn, de Hart Crane

Al puente de Brooklyn, de Hart Crane


Centrarse tan sólo el el poema inicial "Al puente de Brooklyn" de la obra El puente del escritor norteamericano Hart Crane (1899-1932) resulta algo difícil para elaborar un comentario, ya que la obra al completo contiene toda una significación sobre la realidad de una América emblema de lo moderno. América se vuelve fundamental en el discurso cultural de principios del siglo pasado, con su fábrica de sueños de celuloide, su tecnología, los automóviles Ford, el capitalismo relumbrante y metálico de la producción en serie.

La obra fue publicada en el año 1930 de la mano de un poeta que representaba el prototipo de muchacho del Medio Oeste que tienen en su haber el ramillete completo de tópicos propios de la familia disfuncional americana: padres divorciados, homosexualidad reprimida, madre protectora y obsesiva y padre puritano. Cuando al fin decide instalarse en Nueva York, Hart Crane es un hombre sin raíces que escribe a borbotones.

Nueva York, la experiencia de Nueva York del poeta me sirve para iniciar mi comentario sobre Al puente de Brooklyn, una oda a una de las panorámicas más recurrentes de la emblemática ciudad norteamericana. Icono arquitectónico, Crane quiso darle una vigencia trascendental de mito: "y con tu curvatura ofrece un mito a Dios".

El acicate de esa amplitud dimensional mide 1.834 metros y une el barrio de Brooklyn con la isla de Manhattan. Se trata del primer puente colgante del mundo, construido con una estructura de resistencia seis veces mayor de la necesaria. Con la suave curva de sus gruesos cables de acero: "Tus cables respiran aún el Atlántico Norte", suspendidos entre dos torres neogóticas, domina el puerto de Nueva York a más de 84 metros de altura.

Todos estos elementos de la situación física y geográfica se encuentran muy bellamente dispuestos en el poema y, pasados casi cien años de su escritura, la descripciones todavía resuenan en una actual y llamativa vigencia: la presencia del mar, la perspectiva de la isla de la Libertad con su reconocida y simbólica estatua (que como el símbolo del puente nos hace pensar en el traspaso de un estado a otro, en el anhelo de algún cambio), la vida de la ciudad en las oficinas que nos tienen atados a "alguna hoja de cálculo que será archivada" y el ascensor que "nos libera de la jornada...", las luces del tráfico, los edificios de la ciudad: "iluminados bloques urbanos", las vistas panorámicas desde el puente o hacia el puente que nos convierte en espectadores de una "escena trepidante" que ya hacen pensar al mismo poeta en los cines, incluso el loco que se apresura hacia los parapetos del puente y se inclina un poco... todos estos elementos, actuales, vigentes, presentes en nuestra forma de entender la vida urbana, en la comprensión que supuso el símbolo de la propia ciudad de Nueva York como eje de todo lo moderno se encuentran en este poema que he seleccionado para comentar.

Otros términos más místicos y simbólicos también son utilizados por Crane para hablar sobre el puente de Brooklyn en una poesía que, no hay que olvidarlo, es una oda, un canto que expresa la admiración exaltada por algo o alguien. El crítico literario Harold Bloom es un reconocido admirador de Hart Crane y anota en su obra Cómo leer y por qué "Es probable que las primeras lecturas de Hart Crane tengan un efecto glorioso de sonido y ritmo, pero difíciles de absorber. Si leéis repetidamente "La torre rota" o "Poema: al puente de Brooklyn" os los haréis vuestros para toda la vida." El lenguaje simbólico esta muy poblado de términos religiosos: "el cielo de los judíos", que es "oscuro" ante la no llegada todavía del Mesías redentor; la "gracia concedida" en una "vibrante absolución" del "perdón" que otorga la magnificencia del puente; el puente también es la unión de una gigantesca arpa eólica y un altar que recibe la oración del paria. Simbología mítico-religiosa que culmina en el último verso del poema: "con tu curvatura ofrece un mito a Dios"

Pero el puente de Brooklyn también reflexiona sobre la dicotomía entre naturaleza y tecnología en una sociedad que comenzaba a ser ya claramente maquinista, es decir, ya estaba fuertemente definida por la masiva introducción de la maquinaria y la subsiguiente reducción el trabajo manual que esta representa. Es un concepto histórico que hace referencia al fenómeno acontecido durante el principio de la Revolución Industrial. Sociedades industrializadas, repletas de máquinas, qué espeluznante es la validez de la cuarteta:
"La luz del mediodía gotea en las vigas de Wall Street,
diente roto de celeste acetileno;
toda la tarde giran las grúas entre nubes...
Tus cables respiran aún el Atlántico Norte"
Y las luces del tráfico "que rozan tu lenguaje" dice Crane, cuando en la actualidad son, sin duda, el lenguaje también "veloz y sin cesuras" del puente y de la sociedad industrial de nuestros días.

Pero, como he dicho, la naturaleza también se encuentra en el poema, sirve para marcar la experiencia humana primera del hombre, la más íntima, la menos social. El inicio del poema me parece tan maravilloso en ese verso memorable, inolvidable: "Cuántos amaneceres", el paso del tiempo es lo que señala el paso de la experiencia orgánica y natural del hombre por la vida. El tiempo pasa, pasan los amaneceres, vuelan las gaviotas alrededor del puente, salimos del trabajo, vamos al cine, cogemos el coche para desplazarnos, rezamos como parias cuando estamos tristes, miramos a la noche esperando descanso... A pesar de toda esta experiencia humana que se visualiza en la expresión del puente urbano y industrial, el puente no es más que un emblema sagrado que está por encima de nuestra naturaleza insignificante y humana "nosotros, los humildes", el puente aboveda el mar, la hierba que sueña en las praderas y se convierte en un divisa de naturaleza mítica que se eleva hacia Dios.

28 abril 2009

...ya he leído: Todo se desmorona, de Chinua Achebe



Sinopsis
Okonkwo es un joven igbo lleno de ambición que viven inmerso en la vida de su tribu. Luchador visceral y temido en un pueblo de creencias ancestrales, Okonkwo tiene que hacer frente a toda una serie de adversidades: cosechas malas, un padre ocioso y insolvente, una filla poseída y un accidente fatal que lo llevará al exilio temporal. Pero, Okonkwo, se muestra incombustible ante la tragedia hasta el día en que aparece el hombre blanco sobre un caballo de hierro para instaurar un nuev o orden contra el que nadie se podrá rebelar.

Comentario

Esta primera novela de Chinua Achebe, escrita en el año 1958, es de muy fácil lectura y aporta una hermosa aproximación a las constumbres más ancestrales de los pueblos africanos. La verdad es que después de haber leído la grandiosa novela de Hampaté Bâ, L'étrange destin de Wangrin, me ha sabido a poco este mundo que se desmorona, pero, haciendo honor al texto y no a mis lecturas, se trata de una magnífica obra novel pensada, y esto es lo más remarcable, desde el sentir de los pueblos africanos.
Okonkwo, el personaje principal de la obra, es un personaje de una emocionalidad difícil de entender desde el pensamieno occidental. La ferocidad del guerrero africano se encarna claramente en este personaje que, sobretodo, pretende guardar los bienes tradicionales (entiéndase costumbres) y ancestrales (entiéndase creencias religiosas) de su pueblo, de su tribu. Okonkwo es un hombre que se ve obligado a hacerse a sí mismo, ya que su padre ha sido un hombre ocioso que no se ha dedicado a cultivar debidamente la tierra para ofrecer a sus descendientes una buena herencia y que, incluso, muere totalmente endeudado. Ya joven, es decir, desde el inicio de la narración, Okonkwo se presenta al lector como un joven agricultor que se ha enriquecido a fuerza de trabajo y que es reconocido por el grupo como el mejor luchador de los nueve pueblos igbo. Pero Okonkwo va a tener que enfrentarse continuamente a su chi (su dios personal) que lo pondrá a prueba de forma constante. La masculinidad que representa Okonkwo es agresiva y feroz, relacionada de forma directa con los rituales propios de las sociedades agrícolas. De hecho, en la novela aparecen los egwugwu, unos enmascarados que representan el espíritu de los antepasados del pueblo, y existe una zona, el Bosque Maléfico, donde se expulsan todos los seres que no son bien recibidos por los ancestros de la tierra. Okonkwo es un hombre que, para su desgracia, no va a saber entender el proceso de cambio que va a llegar a las tierras africanas.
A las tierras africanas de la actual Nigeria llegaron los colonizadores provenientes del Imperio Británico. La obra se sitúa en una población llamada Umofia y, durante gran parte de la novela, no se conoce la siutación temporal de ésta. De hecho, la única clave temporal es la de la llegada del hombre blanco en forma de misioneros británicos que llegan con un caballo de metal, es decir, en una bicicleta. Los exploradores ingleses empezaron a adentrarse en el país en los año 1823-25, aunque el comercio de esclavos ya existia en las regiones de la costa desde el siglo XV.
El trabajo lingüístico es uno de los elementos más destacables de la obra. No se trata tan sólo del acercamiento a algunas formas de habla del pueblo igbo, sinó también a sus canciones, su refranes y sus cuentos tradicionales, protagonizados siempre por animales.

21 abril 2009

...ya he leído: La Orestiada, de Esquilo




Agamenón comienza con un prólogo donde un centinela transmite la caída de Troya, señal de alegría, y los malos presentimientos de los griegos por el sacrificio de Ifigenia, el odio de Clitemnestra, la guerra como castigo de Zeus a Paris, la sangre derramada,etc. Agamenón procede de la familia de los Atridas, de una estirpe maldecida y está obligado a pagar en su vida,siendo comandante de los griegos que deben atacar Troya para cobrar revancha de Paris que ha roto las sagradas reglas de la hospitalidad, encuentra a los 30.000 griegos embarcados, pero sin vientos para partir de Aulide. Calcas, el adivino, le dice que tiene que sacrificar a Ifigenia para que haya vientos. Duda pero al final dice: ” Que sea para bien”. Y luego Agamenón vuelve a Argos con su botín de guerra, que es Casandra y el oro y la fama. Allí lo espera Clitemnestra y su amante Egisto, primo de Agamenón y lo matan en el baño, lo sacrifican como a un toro, una muerte indigna para tan gran capitán.
En Las Coéforas Orestes venga la muerte de su padre matando a su madre y al amante (Egisto), y se decide por este acto después de resolver el doble dilema que se le presenta: obedecer al dios Apolo, y continuar la tradición familiar de asesinatos, o respetar la sangre materna desoyendo, por tanto, el mandato del dios. Después de ejecutar la matanza, Orestes, al igual que Clitemnestra, justifica su acción pero más tarde, presa de las furias, las Erinias, tres divinidades que representan la venganza. Orestes se refugia en el templo de Apolo donde hace ritos de purificación, pero la Erinias, ancestrales fiscales de la sangre, consideran insifuciente todo rito y Orestes es llevado a juicio. Son doce divinidades y preside el tribunal, la diosa Palas Atanea. El cargo es simple: “matricidio”. Las fiscales son las Erinias y el abogado defensor es el dios Apolo, excelso dios solar que preside los oráculos en Grecia.
En Las Euménides Apolo concede su ayuda a Orestes, refugiado en su santuario, enviándole a Atenas en compañía de Hermes, donde encontrará jueces que solucionarán su caso. Allí es liberado por el tribunal del Areópago gracias a la intervención, además, de Atenea y Zeus, quién rompe así la cadena familiar de culpas y castigos. Es un final feliz donde el poder de Zeus se manifiesta bajo la comprensión y el sufrimiento, estableciendo esto como ley para los hombres. También para las furias o Erinias/Furias, poderes funestos y demoníacos que pasan a convertirse en las benefactoras divinas de la ciudad de Atenas, recibiendo sobradas pompas, y pasando a llamarse, recién aquí, Euménides.

02 abril 2009

...ya he leído: Niebla en el puente de Tolbiac, de Léo Malet



Sinopsis


Abel Benoit, un viejo anarquista, muere en el hospital tras ser víctima de una misteriosa agresión, pero antes de su muerte consigue ponerse en contacto con el detective privado Nestor Burma, quien emprenderá una investigación que le llevará a recordar su adolescencia de joven libertario perdido en el París de entreguerras. Y comprobará que a veces el pasado es un hueso duro de roer.


Previa

Buscando la foto de la cubierta del libro para este post he descubierto que el relato de Niebla en el puente de Tolbiac también es conocido por su versión en bande dessinée, es decir, en viñeta (o cómic). Buscaré la versión y la leeré, aunque yo no soy muy aficionada al cómic. Mirando páginas por ahí he localizado París en bd, que me ha aportado unas informaciones que me han parecido muy interesantes, además de mostrar la fidelidad de las ilustraciones en la reconstrucción del París del libro. La verdad es que ya había estado revisando el itinerario de las calles donde se situa la acción de la novela gracias a la magnífico avance tecnológico que representa la herramienta Google Earth. Pero... el puente de Tolbiac al que se refiere el título de la obra ya no lo podemos encontrar ni siquiera gracias a la actualísima y eficaz vista de satélite de esta utilidad telemática porque... el puente de la novela no es un puente sobre el rio Sena (que, por otra parte, existe. Existe un Pont de Tolbiac que conecta con la larguísima Rue Tolbiac), sino un que se trata -se trataba, de hecho- de un viaducto, de un puente metálico, que se encontraba por encima de las vías de tren de la estación Paris Austerlitz. En la actualidad existe un puente de hormigón en sustitución al viaducto original del año 1895.
Aquí se ven los cambios:

En fin... todo cambia... esto es la vida.


Comentario

La novela de Léo Malet me ha gustado mucho. El narrador-protagonista, Nestor Burma, es un personaje muy interesante por su forma de expresarse, domina con excelencia la jerga coloquial de las calles del París de los 50 donde se sitúa la acción, como también efectua una numerosísimas -y sorprendentes por el claromoso acierto de estas- referencias a obras literarias. Desde menciones quijotescas hasta El enfermo imaginario de Molière. Novela interesantísima en el plano de la intertextualidad, apunto dos notas que me han parecido divertidas. Lo de mejor de ellas es el acierto en el uso, como ya he dicho, y el gran sentido del humor con que se utilizan.
"[Nestor se encuentra con un doctor que trabajaba en el Hospital de la Salpetrière para aclarar algunas dudas de la investigación detectivesca] -Nestor Burma -aclaré-. Estoy en su lista de citas, en calidad de enfermo imaginario, y en el listín en la rúbrica "investigaciones y seguimientos". Le será fácil comprobarlo. Lo que tengo que pedirle es algo de orden profesional. De mi profesión, no de la suya.
[...] Pero tampoco que a la policia se le iba a ocurrir que el pobre hombre por fin había descubierto, veinte años después como en una novela de Alejandro Dumas, algo sobre su "misterio del puente de Tolbiac" y lo había pagado con su vida"
Malet también hace referencias a la prensa de la época y menciona cantantes y humoristas de radio famosos en el momento. La intención de elaborar un retrato del París del DISTRITO XIII, (no de todo París!!) es innegable. Parece ser que Léo Malet creó un detective privado, este descarado y socarrón Nestor Burma, que apareció por primera vez en 1942 en la novela 120, rue de la Gare y que terminaría siendo el protagonista de una treintena de títulos. En 1954 inició un proyecto literario, Les Nouveaux Mystères de Paris, una serie de novelas ambientadas en cada un de los distritos parisinos. Niebla en el puente de Tolbiac, escrita en 1956, pertenece a esta serie.
La trama detectivesca no resulta especialmente innovadora. Hay otros elementos que me han llamado más la atención, como el retrato tipo de los personajes en función de su origen, su profesión, o de su nacionalidad. Destaca la visión de Bélita y, a través de ella, de la raza gitana. Bélita es una mujer calé de bandera que ha abandonado la tribu gracias a la intervención del desafortunado trapero Abel Benoit (con cuya muerte se inicia la trama detectivesca), que es el mismo anarquista Lenantais. El determinismo social frente al determinismo genético se ven aquí encontrados.
El retrato sobre los anarquistas es también un elemento de gran interés. Sobretodo la planificación de la interacción entre éstos. Resumiendo mucho y, creo que bien, nada es lo que parece, hasta que todo es lo que es. Como toda buena novela negra requiere.
En realidad lo que más me ha gustado ha sido el planteamiento lingüístico, los juegos con el lenguaje y la sorna en el uso de las referencias literarias. Pero la trama, el planteamiento de los personajes, el desarrollo de la acción, la pulcritud en el uso de los espacios, la claridad expositiva... en fin... todo está muy bien trabajado. Magnífico trabajo creativo, Niebla en el puente de Tolbiac, de Léo Malet.

31 marzo 2009

...ya he leído: El último mohicano, de James Fenimore Cooper




Sinopsis


Ambientada en las luchas entre franceses e ingleses por el control de las colonias en el territorio de los Grandes Lagos, Cooper nos presenta un mundo caído donde la belleza de la naturaleza ha sido mancillada por la violencia. Una apasionante historia de lealtades, luchas y venganzas que tiene como escenario la última frontera del Oeste americano.


Comentario

Buscando información para realizar la ficha de lectura de El último mohicano, obra escrita el año 1826 por James Fenimore Cooper, he encontrado muchas anotaciones en las que se considera a este autor dentro de la -siempre de dificil definición- corriente del romanticismo literario. La verdad es que yo considero que es un autor que sí que toca el romanticismo, pero que no se aleja de elementos narrativos más propios del neoclasicismo (que es una corriente europea) que seguramente el autor conoció en sus viajes por el viejo continente. En realidad, si Fenimore Cooper era un autor romántico o con tintes clasicistas es algo de interés muy menor, por lo que me dedicaré, mejor, a comentar aspectos más relacionados con la lectura.
La novela me ha gustado y me ha parecido, incluso, un descubrimiento. Sin duda, se trata de una novela que fue popular; en la actualidad creo que más bien por las adaptaciones cinematográficas que, en el caso del film dirigido por Michael Mann el año 1992 (protagonizada por Daniel Day-Lewis en el papel del cazador Ojo de Halcón), tanto se aleja del desenlace final de la obra literaria.
Los elementos de intextetualidad que presenta la obra son uno de los aspectos que más me han gustado desde el análisis más formal. La expresión de la -poco profunda- emoción de los personajes es lo que resulta más atractivo desde el punto de vista de la narración. Desde luego es fantástico cómo aquello que parece va a ser más importante durante la lectura, va transformándose en algo cada vez más tangencial y sin importancia para acabar tomando posesión de ella aquello, sobretodo en todo lo que supone el eje de relaciones y experiencias del personaje Natty Bumppo, el cazador Ojo de Halcón, o Carabina Larga, que protagonizará otras novelas de la mano de James Fenimore Cooper: La pradera (1827), El explorador (1840) y The Deerslayer (1841).
El retrato de las relaciones interraciales y de género necesitaría un largo ejercicio de análisis. No siempre saldría bien parado el señor Cooper, la verdad. Resulta tremendo el desenlace de la historia de la hija mayor del oficial inglés Munro, Cora, ¡¡una mujer blanca, de unos treinta y cinco años y de origen mulato!!
Pero algunos elementos de lectura más emotiva (en fin, la marcha de Uncas y la inminente soledad de Chingachgook) estan bien tocados, y merece la pena darle una oportunidad a esta novela de aventuras que va transformándose en novela de personajes, donde el personaje que parece más periférico en la trama acaba convirtiéndose en el gran protagonista de ésta. Al finalizar la lectura de la novela hay que preguntarse: ¿quién es el último mohicano? y sabido esto indagar si quien pensábamos que era el último mohicano es el protagonista de la novela.

10 marzo 2009

...ya he leído: Odisea, de Homero



Sinopsis

la Odisea constituye una de las piedras angulares de la cultura occidental. El relato que hace Homero de las aventuras de Odiseo en su camino de regreso desde Troya hasta su patria, Ítaca, ha sido desde siempre una mina inagotable de motivos e imágenes para escritores y artistas. Relatos como el del encuentro con los Cíclopes y Polifemo, con las Sirenas, con la maga Circe o la ninfa Calipso, así como la venganza que Odiseo lleva a cabo sobre los pretendientes de su mujer, Penélope, son sólo algunos de los episodios que han fecundado sin cesar la imaginación de los hombres. La Odisea es un relato inolvidable, cuyo protagonista, rico en recursos, se mueve por intereses y motivaciones cercanos a los del hombre y la mujer de todos los tiempos.

Comentario

La lectura de La Odisea ha sido para mí plenamente satisfactoria. Realmente hay muchos elementos que permiten e invintan a sus infinitas relecturas, elementos que la siguen convirtiendo en una obra imprescindible, fuera del puro interés filológico o histórico-cultural.
La obra consta de 24 cantos. Al igual que muchos poemas épicos antiguos, comienza "In medias res", lo cual significa que empieza en mitad de la historia, contando los hechos anteriores a base de recuerdos o narraciones del propio Odiseo. El poema está dividido en tres partes. En la Telemaquia (cantos del I al IV) se describe la situación de Ítaca con la ausencia de su rey, el sufrimiento de Telémaco y Penélope debido a los pretendientes, y cómo el joven emprende un viaje en busca de su padre. En el regreso de Odiseo (cantos V al XII) Odiseo llega a la corte del rey Alcínoo y narra todas sus aventuras desde que salió de Troya. Finalmente, en la venganza de Odiseo, se describe el regreso a la isla, el reconocimiento por alguno de sus esclavos y su hijo, y cómo Odiseo se venga de los pretendientes matándolos a todos. Tras aquello, Odiseo es reconocido por su esposa Penélope y recupera su reino. Por último, se firma la paz entre todos los itacenses.

24 febrero 2009

...ya he leído: El pergamino de la seducción, de Gioconda Belli



Sinopsis

La Reina Juana de Castilla, hija y madre de reyes, es el personaje más carismático y fascinante de un período crucial de la historia de España. Hermosa, inteligente, segura y poderosa, se rebeló contra la represión y los abusos, y luchó sin descanso por ser fiel a sí misma. En 1509, con veintinueve años, fue declarada loca y encerrada en Tordesillas, donde permaneció hasta su muerte en 1555.
Cuatro siglos más tarde, a través de Lucía—una joven de asombroso parecido con la Reina Juana de Castilla—un historiador busca resolver el enigma de quien fue más conocida como Juana la Loca. ¿Enloqueció de amor, como cuenta la historia oficial, o fue víctima de traiciones y luchas por el poder? Seducida por la pasión de la palabra, Lucía se adentra en un pasado que alterará su presente para siempre. En esta novela, histórica y contemporánea, Juana de Castilla regresa para contar su propia versión de los hechos.


Comentario

Ciertamente, me ha gustado esta novela sobre Juana de Castilla (después de leer el Pergamino de la seducción hasta sabe mal llamarla la Loca) y sobre una joven, Lucía, que hará de enlace directo con el personaje histórico. El Pergamino de la seducción no explica una larga serie de hechos históricos donde se situe una acción de corte más bien moderno con fines efectistas, sino que propone dos argumentos que se enlazan por la ambigua representación de la figura de la reina, en una doble dualidad: por un lado, una Juana de Castilla alienada de su entorno y contexto en más de una ocasión y, por otro, una joven que la revive en carne propia durante un tiempo. Me parece que este planteamiento narrativo está muy bien trabajado, sobretodo a través del personaje de Lucía. Gioconda Belli utiliza y propone este cruce de personalidades en el tiempo para hablar de mujeres desde su interior, para hablar de la feminidad y, probablemente, realizar una revindicación femenina señalada por la experiencia plena de la sexualidad. En la línea de esta propuesta, la maternidad es un motivo de gran importancia en la novela, no se puede obviar que Juana I de Castilla fue madre de seis hijos: Leonor de Austria, Carlos I de España y V de Alemania, Isabel de Austria, Fernando I de Habsburgo, María de Hungría y Catalina de Austria.

Dice Gioconda Belli en la "Nota final" de la misma novela:
"[...] Las contradictorias versiones sobre el estado mental y lucidez de la reina Juana de Castilla, que se encuentran en las referencias históricas de primera mano, dejaron por mucho tiempo amplia libertad a los historiadores -mayormente hombres- para interpretar la actuación de la reina según su propia subjetividad y, por qué no decirlo, prejuicios. Esto es lo que me provocó, como mujer del siglo XXI, armada de una visión distinta de los motivos y razones que nos conducen a las mujeres a actuar de tal o cual manera, a vislumbrar la intimidad de Juana desde una perspectiva femenina y sacar de su drama las conclusiones a las que apunta esta novela.
[...]
Personalmente, mi conclusión es que cualquier mujer con un sentido firme de sí misma, confrontada con las arbitrariedades y abusos que ella enfrentó y debiendo aceptar su impotencia frente a un sistema autoritario, se deprimiría. Cada quien vive sus depresiones de distinta manera y es comprensible que la falta de inhibiciones de Juana para expresar su descontento y su tristeza se interpretara, en una época en la que la represión era la norma de conducta, como locura.
[...] Que la mayoría de los estudiosos se incline por la locura es coherente con el tipo de criterio con que se han analizado por muchísimo tiempo los personajes históricos femeninos."

Cabe valorar también la narración de los personajes de la actualidad, situados en la España de los años 60. Se trata de una joven latinoamericana de diecisiete años que reside huérfana en un colegio de monjas de Madrid y que conoce a Manuel, profesor de la Universidad Complutense, especialista en el Renacimiento español y descendiente de la noble familia de los Denia, que cuidaron el largo encierro de Juana de Castilla en el monasterio de Tordesillas.
Esta pareja situada en el presente se entrecruza con la pareja del pasado, Juana de Castilla y Felipe el Hermoso, donde aparece el tema de la sombra, como proyección de aquello que Juana no puede aceptar en Felipe, su esposo. Este análisis de carácter psicológico se une con una Lucía que ya quedará totalmente marcada por el extraño proceso de evocación de la reina a través de su propia piel. En mi opinión, el proceso de la alteridad que se despierta en Lucía a lo largo de la novela está bien planteado -bueno, en algún momento inicial uno se pregunta si la cosa va a avanzar realmente-, aunque el conjunto narrativo que supone la trama del presente no está tan bien resuelto al final, los golpes de efecto llegan muy al final y están algo trillados. En todo caso, como el personaje de Manuel sabe mantenerse ambiguo hasta el final del libro, esto hace que la lectura de la novela acabe siendo satisfactoria.

09 febrero 2009

...ya he leído: L'Atles furtiu, d'Alfred Bosch




Sinopsis

Grans amors i grans odis. Persecucions, pestes i injustícies; però també fortes fidelitats i passions exòtiques. Aquesta és la vida de Jafudà Cresques, un cartògraf mallorquí de l'edat mitjana. Una història d'intriga al voltant dels seus mapes fa de fil conductor, i ens transporta, entre enigmes i entrebancs, pels paisatges i els personatges pintorescos de la seva època. De l'Orient remot als imperis africans, passant per les turbulències del regne d'Aragó, L'Atles furtiu barreja els mites amb les realitats i amb les aventures personals d'una figura d'excepció.
A través de Jafudà, jueu que va existir de debò però de qui se saben poques coses certes, assistim a la desaparició d'un món: la dels antics calls del regne, sotmesos a una creixent violència i estigmatització.
La intel·ligència i l'ofici cosmopolita de Jafudà van dotar-lo d'una singular finor d'esperit. Però, la sensibilitat, el coneixement i l'ambició no eren les millors virtuts en un temps ple de prejudicis i d'intolerància. Mal vist pels seus veïns més modestos, menyspreat pels poderosos i odiat pels cristians pobres, el nostre personatge va ser víctima d'una de les pàgines més obscures del nostre passat, que Alfred Bosch retrata amb un gran rigor a L'Atles furtiu, novel·la guanyadora del Premi Sant Jordi 1997.


Comentario
La verdad es que este libro está muy bien y es entretenido de leer. Destacar, por un lado, que lo redondea un último capítulo muy bien solucionado por el autor, con una reflexión maravillosa sobre la naturaleza de cualquier paraíso. Por otro lado, no sé si Jafudà, el joven protagonista de origen hebreo, se hace querer todo lo que querría Alfred Bosch, pero no le sale mal la jugada... los atlas sí que lo consiguen, y taaaantooooo!

24 enero 2009

..ya he leído: L'étrange destin de Wangrin, de Hampaté Bâ



Sinopsis

Amadou Hampaté Bâ, el gran defensor de la "tradición oral" africana, nacido en Mali el año 1901, explica en esta novela la historia de un hombre que conoció en su juventud. Este hombre, profesado en su infancia al dios "Gongoloma Soké" (dios de los contrarios y de la astúcia), lleva en si mismo las contradicciones que señalan a la divinidad. De esta forma, y desafiando impunemente su suerte, Wangrin arrastra al lector a toda una serie de aventuras más bien curiosas y cómicas. Con las únicas armas de su inteligencia y su conocimento de los hombres, Wagrin se hizará en la cumbre del poder y de la fortuna, despojando los ricos en beneficio de los pobres y, suprema proeza para la época, timará a los "Dioses de la Sabana" de entonces: Señores-los-Administradores-Coloniales! Aunque sucede que también los dioses se enfandan...


Comentario

He leído esta novela en lengua francesa y me ha parecido muy divertida. Su lectura no ha supuesto únicamente un buen momento de entretenimiento, sino que también me ha aportado conocimientos al respecto de las culturas indígenas del África Negra, de las que soy un gran ignorante. Tan sólo el planteamiento lingüístico hace que la obra sea remarcable; destacan las 248 aclaraciones o explicaciones que el autor aporta al final de la obra para situar todos los términos própios de las lenguas originarias de África, así como las expresiones francesas quedaban fijadas entre los habitantes de las zonas colonizadas: "C'est exactement ainsi que j'ai vu faire à tous les Blancs que j'ai approchés à l'occasion des fêtes du quatranjuliye" (el 14 de julio francés, que por lo visto también se decía "kattos suliye", es tan solo un mínimo ejemplo.
L'étrange destin de Wangrin es una novela de aventuras organizada de forma autobiográfica, ya que el lector sigue la vida que explica el propio Wangrin, un hombre al que el autor dice haber conocido a la edad de 12 años (en 1912) en una aclaración inicial. En esta "advertencia" Hampaté Bâ también explica que el "héroe de este libro" le ha pedido personalmente que escriba su biografía al reencontrarse unos años más tarde y, además, matiza que no utilizará el verdadero nombre del protagonista porque éste le ha solicitado ocultarlo para no herir a su familia. Bâ utiliza la primera persona para configurar una verdadera novela de aventuras señaladas por el inapenable encuentro con la colonización francesa en el África de la zona que ahora ocupan países como Mali, Senegal, Mauritania y Costa de Marfil. Las aventuras que recoge Hampaté Bâ a través de su personaje principal y narrador de la novela no són únicamente sucesos extraños y peligrosos que conforman una trama amena para el lector, sino que también se trata de empresas morales de compleja y ardua lectura... que el autor intentará explicar nuevamente al final de su obra en un epilogo añadido el año 1986, donde se lamenta de que su personaje no haya sido bien comprendido en su intrincada lucha contra los poderosos de su momento, es decir, contra la administración colonial blanca.
La vida de Wangrin está marcada por un destino por una enigmática predicción del día de su circuncisción, cuando es unido a la fuerza de dios de los contrarios Gongoloma-Sooké. La presencia de los poderes tradicionales relacionados con la magia se encuentran presentes durante todo lo largo de la lectura. El retorno hacia la tradición más ancestral desde la própiamente animista (que es profesada por la madre de Wangrin), la importancia de la geomania, los ritos con animales, pasando por la voz de los griots, el respeto de las costumbres de la religión musulmana... todos esto elementos propios de la cultura africana se encuentran en toda una serie de encuentros y desencuentros con unos poderosos hombres blancos, en su mayoría militares o nobles que viajan a África a mejorar su situación económica y social, que llegan a parecer en muchos casos demasiado estrámboticos. Eso es lo divertido, la relación entre Wangrin y los representantes de la raza blanca en el libro -marcados por su papel de instructores de la nueva administración- parece a menudo algo exagerada, como un poco de folletín, fuera del entendimiento real de los sucesos que podían pasar realmente en el entorno colonial. Sin embargo, estos sucesos explicados de una forma tan irónica, reflejan toda una forma de entender el mundo y expresan una seria crítica hacía un sistema que no hacía más que oprimir a los más débiles, dejándolos sin voz propia. Y Wangrin representa, quizás, ese patrón incluo estereotipado del esclavo que reproduce y exagera las maldades de su amo, convirtiéndose en un hombre egoísta, dominado por la sed de tener cada vez más y más. ¡Terrible el momento en que cazan elefantes para obtener marfil! Escrita la obra en 1973, ¿podemos hablar ya de una insinuación de lo que sucede en los ejes poderosos de los territorios africanos después del proceso de descolonización? Siguiendo el paso del poder blanco, es este mismo poder, que aleja a Wangrin de toda conexión íntima, el que provocará su destrucción. La lectura moral de todo este camino, curioso, sorprendente y, sobretodo, interesante, debe de hacela cada uno de nosotros en su propia valoración.

04 enero 2009

... ya he leído: La aventura ambigua, de Cheikh Hamidou Kane



Sinopsis

Esta novela gira en torno a la vida de Samba Diallo, un joven que está destinado a convertirse en el líder espiritual de los Diallobé. De temperamento melancólico, entregado al estudio y de inequívoca nobleza, Samba se encuentra en una encrucijada cuando África empieza a ser colonizada. Los mismos occidentales que han invadido sus tierras les proponen aprender en sus escuelas las capacidades necesarias para salir de la pobreza y sostener a sus pueblos. Un futuro líder como Samba debe decidir entre continuar con las viejas tradiciones para salvaguardarlas o entregarse al progreso para garantizar un futuro mejor para los suyos.


Comentario

Novela de gran interés y de fácil lectura que trata sobre el encuentro entre el pensamiento de Occidente y la cultura del África Negra que se recoge en la étnia ficticia de los Diallobé y, más concretamente, se concentra en la figura del joven Samba Diallo.

La aventura ambigua se divide en dos partes bien diferenciadas que separan la infancia y la juventud del protagonista de la novela Samba Diallo, hijo de el jefe de los Diallobé. El islam y la recepción espiritual de la vida en comunidad y del concepto de la muerte soportan la formación africana del joven heredero. La llegada de los occidentales y, sobretodo, de su sistema educativo -de la escuela y del progreso tecnológico (las armas, los automóviles, los utensilios de la vida cotidiana)- cuestionan estos planteamientos en unos grupos humanos que se saben conscientes de la próxima desaparición de sus tradiciones más ancestrales.
La trama es casi inexistente, los acontecimientos del relato son más bien escasos y de fuerza básicamente simbólica; esto contrasta con el gran contenido de reflexión filosófica que soporta la narración. Cheikh Hamidou Kane plantea en esta obra cómo la llegada del pensamiento occidental a la tradición africana ha dejado a gran parte de sus pensadores apartados del desarrollo y del control de sus destinos, es decir, de la posibilidad de un verdadero autogobierno. Publicada en 1961, los procesos de independencia de las colonias francesas acababa de producirse y el camino político de esos nuevos estados todavía estaba por marcar. Alguna referencia a esos momentos históricos puede encontrarse en La aventura ambigua, referencias definidas sobretodo por ese adjetivo: "ambiguas", como por ejemplo la consideración que el protagonista, Samba Diallo, realiza de la palabra negritud cuando se encuentra ya en Paris y le dice a su compañera blanca y francesa "-Te confieso que no me gusta esa palabra y todavía no entiendo todo lo que ella engloba". La Negritud es una noción literaria que introdujo Aimé Césaire en un texto titulado "Négrerie" y que retomó el senegalés -como Hamidou Kane- Léopold Sédar Senghor, que se convirtió en agosto de 1960 en el primer presidente de la República de Senegal.
Remarcable el discreto papel efectuan los personajes femeninos de esta obra, mujeres sin aparente importancia -ante unos hombres que señalan y dirigen los caminos del espíritu, y por tanto, de su pueblo-, pero que empiezan a aportar opiniones políticas en voz alta.

...ya he leído: La luz del Machu Picchu, de Antoine B. Daniel






Sinopsis

Han llegado desde España atravesando los mares para conquistar un imperio fabuloso, donde el oro tapiza los templos y los palacios. Poco más de 150 conquistadores liderados por el capitán Pizarro contra 80.000 incas sorprendidos que no han sabido resistir... De manera que los españoles han tomado el poder, han cogido el oro y se han establecido.
Pero un conquistador, Gabriel, y una princesa inca con estraños poderes, Anamaya, se han enamorado, y el destino de los incas corre el riesgo de ser alterado. Anamaya quiere liberar su pueblo y Gabriel está dispuesto a abandonar a los suyos para que Anamaya conserve la vida.
Después de tres años de ocupación, los incas toman una ofensiva. Esta vez tienen armas, mientras que los españoles se creen que estan tierra conquistada. El enfrentamiento será apocalíptico, con Anamaya en un bando y Gabriel en otro... ¿A favor que quién se colocará el amor?

Después de la publicación de Inca: La Princesa del Sol y El oro de Cuzco, Antoine B.Daniel (Antoine Audouard, Jean-Daniel Baltassat i Bertrand Houette) cierra la trilogia sobre la conquista del Imperio inca por parte de las tropas españolas durante el siglo XVI.