14 agosto 2008

...ya he leído: Una lectora nada común, de Alan Bennett



Sinopsis

Un dia cualquiera en el Palacio de Buckingham y los perros de la Reina no dejan de ladrar hacia un sector del jardín por donde ésta no acostumbra a pasear. Siguiéndolos, la Reina descubre, aparcada, la biblioteca móvil de Westminster, una furgoneta anticuada con un bibliotecari también anticuado y Norman, un trebajador de la cocina real joven y pelirrojo, a quien Su Majestad no había visto jamás. Un poco obligada por las circunstancias, la Reina toma un libro en préstamo, sin saber que a partir de ese momento las visitas a la biblioteca y el propio Norman cambiarán su vida por completo. La Reina se aficiona a leer hasta el punto que su proverbial profesionalidad queda en entredicho: ya no es tan esmerada con las obligaciones de la Casa Real, que le aburren mortalmente, y sólo impacienta por acabarlas y regresar a la lectura. Sobra decir que la adquisición de un hábito tan peligroso como inesperado preocupa enormemente a la corte y el gobierno, que harán todo lo posible por alejar de Norman esta lectora tan nada común y conseguir, así, que abandone los libros.

Comentario

Un lectora nada común
(que yo he leído en catalán: Una lectora poc corrent) es un relato breve de lectura muy fácil y que resulta agradable. La Reina de Inglaterra conoce el gusto por la lectura literaria y esto cambiará sus quehaceres diarios, su visión del mundo y, por tanto, su vida. Alan Bennett es delicado en la propuesta de como la lectura ociosa (la que se realiza por gusto) puede influir en las personas y, en este sentido, los apasionados -y más comunes- lectores de literatura nos sentiremos reconocidos en el entusiasmo de la Reina.
Formalmente, la novela es más bien un cuento largo que cumple al completo con las características propias de este género narrativo: la trama es su foco principal, la historia se ciñe a un único personaje principal y su estructura se define claramente por el trígono Introducción (por tanto presentación del escenario del relato), Nudo (un elemento de tensión -en este caso la lectura- rompe con la normalidad planteada en la introducción) y Desenlace, cuyo elementos estableceran una nueva normalidad en la historia. El sorprendente final abierto de Una lectora nada común acaba por confirmar este planteamiento.
En fin... leeréis un divertido cuento, sin ninguna dificultad, en el que disfrutareis al reconoceros como ardorosos lectores, si es que lo sois... claro está!!

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