06 diciembre 2008

... ya he leído: Ningú ha escombrat les fulles, de Jordi Llavina



Sinopsis

Colección de 18 relatos que abordan la complejidad de las relaciones humanas y las obsesiones que se derivan, obsesiones cotidianas relacionadas con el deseo, la melancolía, la muerte, los recuerdos o el amor.

Comentario

Obra pensada para aquellos que disfrutan descubriendo los detalles pequeños de la lectura. Ningú no ha escombrat les fulles (Nadie ha barrido las hojas, en castellano) está planteada desde y para la escritura por un autor que, sin duda, la vive de una forma plena. Licenciado en filología catalana, Jordi Llavina, se escribe y escribe a sus personajes como personas que necesitan expresarse a través del papel para dar salida al barullo emocional en que se encuentran sus vidas. Es por esto que abundan los personajes que se dedican de forma profesional al medio de la escritura.
En relación directa al hecho de escribir, se encuentran el hecho de leer y, por supuesto, el de hablar. En Ningú no ha escombrat les fulles aparecen abundantes aclaraciones léxico semánticas, así, a una mujer que acaban de despedir del trabajo le hace gracia la palabra "finiquitos" (¿y a quién no, me pregunto yo?), los calostros de una madre recién parida recuerdan al narrador del relato a la palabra in chiostro que en italiano significa tinta y, el nombre de Christian tiene que llevar a la fuerza una hache intercalada.
La pequeñeces narrativas son excelentes en esta obra, las descripciones minuciosas permiten al lector convertirse en el observador de instantáneas de valor casi pictórico, en el espectador de verdaderas pinceladas de vida. Llavina no es un escritor que mira el todo para aportarnos una gran reflexión sobre el mundo, sino que es de aquellos que construyen sus totalidades -de diferente nivel resolutivo, eso sí- a fuerza de ir enganchando los pequeños detalles de la vida cotidiana. Aquí se descubre el alma de poeta que duerme bajo la pluma del autor, que ya ha publicado dos obras poéticas: La corda del gronxador (2006) i Dietari d'un setembrista (2007).
Un planteamiento filológico-literario destacable en este pequeño libro de relatos que se diluye -y en algún caso incluso de disgrega demasiado- ante la falta de una definición más madura de aquello que une estas historias de temática básicamente desencantada y de tono vital más bien triste. "Obsesiones" ha revelado en alguna ocasión el propio Llavina al hablar de su libro. La experiencia de la enfermedad, la falta de comunicación, la necesidad de establecer contacto con el otro para identificarse uno mismo,... temas comunes en gran parte de esta sociedad del momento y en los que, con toda seguridad, el lector conseguirá identificarse en más de una ocasión. Jordi Llavina escribe desde sí mismo y la experiencia autobiográfica parece sobrevolar siempre por encima de sus relatos. Cabría, en este sentido, reivindicarle una cierta distancia de sí mismo para aportar mayor madurez al resultado final.
Los relatos de Ningú no ha escombrat les fulles pueden irse releyendo de poco a poco y siempre ofrecerán nuevos descubrimientos, se revelaran aspectos que no se habían captado en una primera lectura, las imágenes reaparecerán con nuevos significados y el conjunto de elementos que se han ido repitiendo a lo largo de la narración (los motivos son diversos y muy recurrentes) despertarán un sentido renovado y, quizás, más global. Creo que Ningú no ha escombrat les fulles es un libro al que hay que dedicarle más de una lectura para descubrirlo en su totalidad, como a un buen libro de poemas. Jordi Llavina ha recreado en una práctica más propia de la lírica que de la narrativa (como atribuciones propiamente literarias), la experiencia del instante, con toda su complejidad material y emocional, de las fatalidades que habitan nuestras vidas.

... ya he leído: El meu ofici, de Josep M. Espinàs




Sinopsis

Josep M. Espinàs s'ha decidit a parlar del seu ofici d'escriptor. Un ofici que, des de molt jove, continua exercint als vuitanta anys. Un ofici i una vida que han avançat simultàniament.
Espinàs s'explica i ho fa amb la seva independència i el seu punt d'ironia habituals. El lector trobarà en aquestes pàgines un autoretrat indirecte però també una clara visió del que l'escriptor pensa sobre la importància de les idees i les emocions, de l'èxit i del fracàs, de l'ambició, de la quantitat i la qualitat d'escriptura, de l'admiració, dels lectors, dels crítics, ... Un àlbum de reflexions incisives -sobre l'ofici i sobre la vida- que acaba amb una original proposta de necrologia on no hi falta l'humor.

... ya he leído: Memorias de Adriano, de Marguerite Yourcenar



Sinopsis

Adriano, emperador romano, sabiéndose viejo y enfermo, remite una carta a su nieto adoptivo en la que repasa su vida y donde aparece como un hombre equilibrado, responsable y sabio. En este libro excepcional, Marguerite Yourcenar intenta darnos un retrato lo más fiel posible del protagonista, sacrificando a este fin otras posibles consideraciones, consciente de que al hacerlo sólo será comprendida por aquellos que se apasionan verdaderamente por el destino humano.

25 octubre 2008

...ya he leído: Akhenaton, de Naguib Mahfuz




Sinopsis

Para unos, un ser repugnante, deforme, medio hombre, medio mujer, que desatendió las tareas políticas para consagrarse a la disfusión de su nueva religión monoteísta, lo que permitió que los enemigos de Egipto derrumbaran el imperio. Para otros, un hombre fascinante que revolucionó no sólo la religión, sino el arte y la sociedad, y al que las tradiciones y el poder de los sacerdotes de los viejos dioses acosaron hasta la muerte. La visión de su esposa Nefertiti, y tanto de los que le quisieron como de los que renegaron de él, compone el retrato de un faraón que no anheló territorios, sino sabiduría.

Comentari














...Ya he leído: Mi carta más larga, de Mariama Bâ




Sinopsis
Las confidencias de una viuda senegalesa a su mejor amiga, divorciada que ha dejado su país. Entre la resignación i la voluntad de cambiar su vida, el lector accede aun retrato íntimo sobre la condición femenina en África realizado por una escritora que con dos libros se ha impuesto como una destacable voz de la literatura africana.


Comentario

El título original de la obra, escrita en francés es Un si longue lettre y, en esta obra breve y de muy fácil lectura, el lector se encuentra con una correspondencia -Ramatoulaye escribe diversas cartas a su amiga Aïssatou- que se convierte en un dietario sobre la experiencia de duelo de mujer senegalesa después de la muerte de su marido. Este hecho fatal provoca que Ramatoulaye revise sus sentimientos y sus vivencias como esposa, para que renueve la consideración de su marido, después de haberla "abandonado" al contraer matrimonio con una segunda mujer, mucho más joven que ella.
Mariama Bâ habla de las mujeres, y también de hombres, en una sociedad en que la poligamia se encuentra reglamentariamente acceptada. La acceptación formalizada y social poco tiene que ver, en todo caso, con la experiencia íntima de la mujer que debe compartir su hecho familiar, (su pareja y su consideración como madre y esposa), con una nueva figura, más joven, que le obligará a reestablecer su tiempo y espacio en el hogar. Además, la protagonista escribe a una mujer que no ha acceptado el mismo tipo de premisa social, ya que ante la propuesta de su marido de adoptar segundas nupcias, decide divorciarse de éste y llevarse a sus hijos con ella, al extranjero. Ramatoulaye y Aïssatou son dos personajes que, reinvindican la necesidad de cambio en una situación social femenima muy marcada por la tradición (la que proviene de los ancestros, es decir, de los mayores) y por la forma del poder masculino.
Mi carta más larga, no es una obra "feminista", si bien se le podría asignar este adjetivo. Sin duda, la reivindicación de una nueva situación en la sociedad de la mujer, es el elemento más destacable de la novela. Pero, quedarse sólo con esta perspectiva, nos dejaría en una contemplación, en mi opinión, algo reduccionista. Mariama Bâ habla de las emociones y, queriéndose fijar sobretodo en las femeninas, nos señala de una forma muy remarcable las masculinas. !Qué retratos, los de esos hombres que necesitan acercarse a la mujeres jóvenes para revalorizarse¡
Las reflexiones al respecto de la familia (en el sentido de unidad social) también son abundantes y de gran interés. En este sentido, Mariama Bâ acercará a los que desconozcan las formas socioculturales de los paises sudsaharianos, a un gran número de prácticas y usos muy alejados de los de occidente. Destaco la figura de la vecina griot, Farmata, y las explicaciones sobre las costumbres relacionadas con la forma de entender la muerte y el duelo.
Escrita en 1979, por una mujer senegalesa con educación superior, y de base cultural francesa, falta a Mi carta más larga, una seria exploración del fondo social de la mujer de su país. Ramatoulaye, la protagonista, pertenece a una clase bienestante y su problemas materiales resultan algo livianos, en ese sentido, de poca profundidad. No obstante, tres generaciones de mujeres se pasean por esta novela, y el cambio de perspectiva ante la vida que va desde la abuela hasta las hijas de Ramatoulaye, dotan a la obra de un gran interés por la validez del esbozo emocional, por la sabia forma de expresar las diferencias entre las mujeres más mayores y las de menor edad.

04 octubre 2008

Esa cosa extraña llamada Amarcord



Fellini nos habla desde sus recuerdos de juventud adolescente en la película Amarcord. Los recuerdos, ese vago y a la vez definitorio objeto de nosotros mismos... ese espacio engañoso que nos permite vivirnos como sólo nosotros nos entendemos. Partiendo del punto de vista de la evocación, ese distorsionado y distorsionador elemento de la memoria, Federico Fellini repasa a través del ciclo de un año estacional la vida en una población costera del norte de Italia en los años 30 del siglo XX, un lugar poblado por una serie de personajes que lindan casi al completo con la indisoluble contradicción propia de la nostalgia: la de la fascinación y el desencanto.
Probablemente debemos preguntarnos sobre el valor de la anécdota como planteamiento discursivo narrativo, para desentramar el conjunto de historias que llenan el metraje de esta película; como también debemos cuestionarnos sobre la validez del exceso poético, para descubrir el entretenido puzzle estético que presenta el film. Difícil ejercicio, en definitiva, ya que nos guste o no el resultado estrictamente cinematográfico de Amarcord (vamos, la película), seguramente nos va a dar qué pensar.
Y es que para mí, pueda situarse o no con exactitud histórica... qué mejor metáfora de la guerra (y no precisamente la de las filas) que ese crudo, largo y frio invierno en el pueblo; qué mayor evasión en aquellos tiempos que la de las salas de cine; qué peor dolor que la muerte de esa madre que sintentiza la idiosincrasia italiana y ese baile de los chicos en la envolvente niebla, donde antes se ha perdido el abuelo de Titta, que recuerda sólo una niebla similar en el año 1922, ¿tendrá algo que ver esto con Mussolini?
Pero claro, Fellini también rememora los años en la escuela, las confesiones en la iglesia, las reuniones familiares, las manifestacions fascistas, la contemplación de las mujeres y la aproximación al sexo, los visitantes del gran hotel, las carreras automobilísticas del circuito de Monza... en definitiva, un anecdotario colorista y vital, en tono de sainete ("somos de sainete" afirma Miranda, la madre de Titta, en la caótica comida en casa), que representa una curiosa forma de aceptación de la vida.
Después de contemplar estos cómicos retales (Amarcord se revela como un delicado trabajo de patchwork), parece que ya los queremos, que estimamos a ese conjunto de personajes que terminan por reunirse en un descampado (diríase Europa después de la Segunda Guerra Mundial) a celebrar la boda de Gradisca, uno de los personajes que mejor hemos podido seguir durante el metraje. Los consideramos porque igual nosotros también hubiésemos formado parte de esa pequeña -alegre y grosera; divertida y nostálica; agitada y sufrida; temeraria y respetuosa - masa a la que parece que nadie ve desde el mismisímo transatlántico Rex, aunque hubiésemos remado un día entero para verlo.

26 septiembre 2008

...ya he leído: Pedro Páramo, de Juan Rulfo




Sinopsis
Por petición de su madre, en su lecho de muerte, Juan Preciado va en busca de su padre a Comala , un pueblo fantasma con un sinfín de habitantes misteriosos y enigmáticos. Durante su búsqueda, Juan Preciado conocerá a varios personajes relacionados con Pedro Páramo, quienes le informan que él ha muerto y ahora el pueblo está aparentemente abandonado. La historia de Juan Preciado se intercala así con la historia de su padre y otros personajes como Susana San Juan, el último amor de Páramo, y Miguel Páramo, su hijo, que rodearon a éste años antes, durante la Revolución Mexicana .

APUNTE 
Felicito a Enrique Vila-Matas por el luminoso ejercicio de crítica literaria que nos ofrece en su obra Aire de Dylan (2012), tan calladamente, tan quedo, pero de una forma tan esplendorosa, sólo escribiendo esto: “- ¿Quién soy? Me llamo Pedro Páramo como todo el mundo. Mi familia es aire y yo soy mezcla de las voces y recuerdos de distintos vivos y muertos.”, puesto que consigue evocar lo que requiere la comprensión hermenéutica de esta transcendental obra literaria, Pedro Páramo. ¡Qué verdadera maravilla!

02 septiembre 2008

...ya he leído: El ancho mar de los Sargazos, de Jean Rhys




Sinopsis

Novela de vastas resonancias, cuenta la historia de Antoinette Cosway, la primera señora de Rochester (el enigmático personaje de la novela Jane Eyre de Charlotte Brontë), la esposa loca que vivió encerrada en la buhardilla de Thornfield Hall y se suicidó en el incendio que ella misma provocara. Pero Antoinette Cosway no es de ninguna manera una mera continuación del personaje esbozado por Charlotte Brontë, ni Ancho mar de los Sargazos un pastiche ingenioso de Jane Eyre, sino que la decadente heredera antillana se convierte, gracias a la impecable escritura y la imaginación de Jean Rhys, en uno de los personajes femeninos más desgarrados y fascinantes de la literatura del siglo xx.

30 agosto 2008

...ya he leído: Jane Eyre, de Charlotte Brontë



Sinopsis

Jane Eyre presenta el retrato de una joven mujer que, con una inusual franqueza y un apasionado sentido de la dignidad, rechaza tomar el lugar que la sociedad le adjudica. Tamizado per la imaginación de Charlotte Brontë, el flirteo entre Jane y Rochester crea una singular atmósfera que lo traslada más allá del simple melodrama.


Comentario

He leído Jane Eyre de Charlotte Brontë completamente influenciada por la opinión -propia- de que Cumbres borrascosas, de su hermana Emily, es una de las más grandes obras literarias jamás escritas. ¡¡se trata de una novela absolutamente excepcional!! No he tenido, en cambio, la misma impresión con la lectura de Jane Eyre y, como ya acabo de decir, eso ha debido de condicionar una lectura que no me ha parecido tan atractiva.

Valga decir que la pluma de Charlotte Brontë es muy refinada y de gran calidad literaria, los retratos que dibuja en la observación de la realidad son excelentes. La pulcritud en la defininición de sus personajes, como el detalle que alcanza en la descripción de las escenas sociales son de una calidad insuperable. Me ha subyugado la voz de la Jane Eyre que mira, observa y describe lo que le rodea, qué excepcionales pinzeladas narrativas nos ofrece Charlotte Brontë en ese aspecto de la mano de su gran protagonista y narradora. Sin embargo, el argumento amoroso relacionado con el señor Rochester (vamos, la segunda parte de la novela) no me ha interesado prácticamente nada... sí las miradas a las jóvenes Ingram que se reunen en Thornfield Hall, nada el avance de la (sin duda, algo gótica) historia de amor.
El personaje que me ha parecido más interesante, además de la protagonista principal, es el misionero y primo de ésta. St. John Rivers es el personaje que sería más fácil extrapolar a la realidad, el que parece experimentar las emociones desde un punto de vista menos ficticio, es el que reacciona ante lo que sucede de la forma más convencional. Resulta, sin duda, el mejor contrapunto a esa Jane Eyre que sabe sobreponerse de forma excepcional a todas las terribles situaciones que experimenta a lo largo de su vida, dado que posee una fortaleza emocional sobrehumana. Este aspecto de la personalidad de la protagonista denota, en mi opinión, el exceso de cariño que Charlotte Brontë experimentaba hacia su personaje y, en este sentido, hecho de menos algo de espíritu crítico de la autora hacía el mismo.
Es un valor esencial de la obra la reivindicación de una feminidad responsable y decisoria en el seno de una sociedad pratriarcal. Las lecturas femeninas o feministas pueden ser varias y diversas, pero no se puede obviar la valía de una mujer joven y poco experimentada que expresa con decisión y contundencia sus opiniones a unos hombres duros (St. John Rivers) o terriblemente curtidos por la vida (Rochester).


Ay, voy a leer El ancho mar de los Sargazos de Jean Rhys. Me parece muy duro lo que le sucede a la pobre y realmente SÍ desdichada mujer de Edward Rochester.

14 agosto 2008

...ya he leído: Una lectora nada común, de Alan Bennett



Sinopsis

Un dia cualquiera en el Palacio de Buckingham y los perros de la Reina no dejan de ladrar hacia un sector del jardín por donde ésta no acostumbra a pasear. Siguiéndolos, la Reina descubre, aparcada, la biblioteca móvil de Westminster, una furgoneta anticuada con un bibliotecari también anticuado y Norman, un trebajador de la cocina real joven y pelirrojo, a quien Su Majestad no había visto jamás. Un poco obligada por las circunstancias, la Reina toma un libro en préstamo, sin saber que a partir de ese momento las visitas a la biblioteca y el propio Norman cambiarán su vida por completo. La Reina se aficiona a leer hasta el punto que su proverbial profesionalidad queda en entredicho: ya no es tan esmerada con las obligaciones de la Casa Real, que le aburren mortalmente, y sólo impacienta por acabarlas y regresar a la lectura. Sobra decir que la adquisición de un hábito tan peligroso como inesperado preocupa enormemente a la corte y el gobierno, que harán todo lo posible por alejar de Norman esta lectora tan nada común y conseguir, así, que abandone los libros.

Comentario

Un lectora nada común
(que yo he leído en catalán: Una lectora poc corrent) es un relato breve de lectura muy fácil y que resulta agradable. La Reina de Inglaterra conoce el gusto por la lectura literaria y esto cambiará sus quehaceres diarios, su visión del mundo y, por tanto, su vida. Alan Bennett es delicado en la propuesta de como la lectura ociosa (la que se realiza por gusto) puede influir en las personas y, en este sentido, los apasionados -y más comunes- lectores de literatura nos sentiremos reconocidos en el entusiasmo de la Reina.
Formalmente, la novela es más bien un cuento largo que cumple al completo con las características propias de este género narrativo: la trama es su foco principal, la historia se ciñe a un único personaje principal y su estructura se define claramente por el trígono Introducción (por tanto presentación del escenario del relato), Nudo (un elemento de tensión -en este caso la lectura- rompe con la normalidad planteada en la introducción) y Desenlace, cuyo elementos estableceran una nueva normalidad en la historia. El sorprendente final abierto de Una lectora nada común acaba por confirmar este planteamiento.
En fin... leeréis un divertido cuento, sin ninguna dificultad, en el que disfrutareis al reconoceros como ardorosos lectores, si es que lo sois... claro está!!

11 agosto 2008

...ya he leído: Nocilla Experience, de Agustín Fernández Mallo



Sinopsis
Nocilla Experience es un caleidoscopio ficcional, donde cabe todo menos el sopor, incluso las enseñanzas de un código samurái, sin olvidar las andanzas de un elenco de protagonistas con rarezas de primera magnitud que no son más que la expresión de su radical soledad. Un libro con muchos ecos: de la literatura de Perèc al cine de Jarmusch, pasando por Coppola.
«El mundo se rige por el azar de un parchís, no por las mecánicas leyes del ajedrez.»


Comentario
Dos han sido las razones de mi llegada a Nocilla Experience: 1. el comentario sobre Nocilla Dream de Oriol Quiles en LH Jazz Club, donde afirma sin problema "El problema es que no entendí nada del libro, como me pasa con el videoarte". 2. Nocilla experience llegó entre las últimas novedades de la biblioteca de este verano.
Me parece que se trata de esas propuestas en las que los lectores debemos de sentirnos satisfechos cuando nos reconocemos en alguna de las numerosas referencias socio-culturales de nos ofrece el autor: escritores, cantantes, películas y directores de cine, estados del Caucáso, la ciudad de Basora y objetos (o sujetos) propios de la sociedad occidental tal que los discos duros de los PCs, las videoconsolas, las cajas de cereales, Jimi Hendrix, las deportivas Converse y el eslogan Nike, Just Do it, las ferias de arte contemporáneo, las bolsas de Zara, las perlas Majorica, la Vespa 75 cc y, por lo visto, la Guía agrícola de Philips, entre otras... Cuando no locos de contento y estupor por entender una de las viñetas científicas.
El problema es que a mí me gusta disfrutar un poco más cuando leo... me gusta que la narrativa me proponga algo más que guiños algo mordaces... y lo del azar en el parchís sigo sin entenderlo (como oposición al ajedrez, se entiende); las referencias de sentido histórico me parecen pobres y algo trilladas; resulta muy freak lo del capítulo 64 sobre las caras de Bélmez; no tengo ni idea de qué es un isótopo ni de la teoria de la relatividad (pero sé quien es Einstein!) y me parece cruel el desamparo en que el autor deja a los dos niños del oleoducto después de haberlos hecho comer una cápsula bicolor de Iodine-125 Radioctive (ah, sí, que en la ex URSS es el ejemplo de los horrores nucleares!!) ... aunque acaben por llegar a una isla del Mediterráneo.

En todo caso, entiendo que Nocilla Experience constituye un insteresante collage narrativo realizado por partes propias del variopinto espacio formativo-cultural de su autor... y es remarcable el acoplamiento de los relatos que ofrece el "Epílogo" al conjunto de la obra. Resulta muy emotivo el momento en que los dos personajes finales, Jack y Chicho, se encuentran en esa caravana de la ciudad de Pasadena.

Por lo que me he alegrado al leer en el canal Proyecto Nocilla de Youtube: "Más que novelas, Nocilla Dream y Nocilla Experience son cada una el principio de muchas novelas hábilmente ensambladas con material documental y propio en una sólida e inesperada docuficción, que opta por la descripción directa de acontecimientos mínimos y le debe mucho a proyectos vanguardistas como el de París de Walter Benjamín (dónde seguramente, ya en los años treinta, se inventa el zapping literario). [...]" Y animo a Agustín a que se proponga escribir YA una novela en el sentido más estándar con su principio, nudo y desenlace... (bueno, igual no será necesaria tanta ortodoxia, pero ya nos entendemos...) y deje de hacer el "principio de muchas novelas" para acabar una al cien por cien.
¡¡Qué difícil debe ser explicar de forma íntegra una buena historia!!

06 agosto 2008

...ya he leído: Tsugumi, de Banana Yoshimoto


Sinopsis
Maria Shirakawa, la narradora de esta delicada historia, tiene que marcharse a Tokio a estudiar en la universidad. Deja atrás la pensión Yamamoto, un lugar idílico junto al mar en la península de Izu, donde ha crecido al lado de su madre. Y también a su amiga de la infancia, Tsugumi, la hija bellísima del matrimonio que regenta la pensión. Aunque los caracteres de Maria y Tsugumi son muy distintos, la dulce y pacífica Maria sabe que, tras la aparente afabilidad de Tsugumi con los extraños, su amiga es en la intimidad arisca y caprichosa, a veces incluso cruel y despótica con quienes la rodean, porque sufre por una dolorosa enfermedad crónica que la tiene sujeta a la península y a la pensión, y que tal vez sea la causa de su carácter.
La amistad entre ambas ha superado ya muchas pruebas cuando Tsugumi invita a Maria a pasar un último verano junto al mar. Durante esas vacaciones, mientras ciertos incidentes amenazan con trastocar la vida de la pensión, Tsugumi encontrará el amor y Maria aprenderá el verdadero significado del hogar y la familia.


Comentario
Encontré notícia sobre esta novela preparando una ficha para las tertulias de mi club de lectura... recopilando las sugerencias que siempre me gusta añadir al final de las propuestas de trabajo. El motivo era "amigos" y, efectivamente, la amistad es un tema importante es esta obra de Banana Yoshimoto.
He leído algunos libros de autores japoneses -cómo no "el bosque noruego" de Haruki Murakami (entiéndase Tokio Blues)- y ciertamente la sensibilidad de estos autores (hombres y mujeres) difiere de lo que sería a grandes rasgos la sensibilidad occidental marcada por la supremacía del individualismo. Me impacta la delicadeza con la Yoshimoto o Murakami consiguen transmitir emociones que nos pueden resultar extrañas (porque muchas de las cosas que nos explican en sus novelas son más bien extranas, e incluso algo anormales, por fuera de lo común); cómo también me conmueve la exquisitez con la que transmiten esos momentos previos a la identificación de los sentimientos, esa lluvia de sensaciones que todas las personas experimentamos cuando conocemos a alguien, sentimos miedo o alegría y, cómo no, nos enamoramos.
Tsugumi es una novela de sensaciones relacionadas con la percepción y la vivencia de la naturaleza; en concreto de la playa y del mar, pues la novela se situa en un pueblecito costero que vive de la pesca y el turismo. La propia autora lo explica es su posfacio final: "Todos los veranos, viajo con mi familia a la cosa occidental de la península de Izu. [...] He escrito esta novela porque quería plasmar las sensaciones que colman esos días [...] Así, si yo o alguien de mi familia perdiera la memoria, sólo tendrá que leerla para recordar ese lugar" Y Banana Yoshimoto consigue transmitir la tranquilidad de los paseos por la playa y de las noches estrelladas, el rumor de las olas al otro lado de la ventana, la fraternidad de los encuentros entre los amigos... el ambiente de esas vacaciones que no se podran olvidar.
El valor de esta remarcable tonalidad narrativa choca, no obstante, con un argumento algo deslucido por lo trillado de asunto: cuatro jóvenes que pasan sus últimas vacaciones en un lugar de ensueño de la costa: tienen perros, conocen el amor y la traición, se acercan a la muerte y, en definitiva, maduran. No obstante, Tsugumi NO ES una novela de aprendizaje, pues el final de la novela le resta todo ese valor... Esa carta final que escribe Tsugumi (el "desagradable" y enfermizo personaje principal) a su prima Maria (la narradora que nos ha explicado todas sus emociones a lo largo del relato) es un claro desacierto, en mi opinión, por parte de Banana Yoshimoto. ¿Sólo podía salvar de esa forma a la desdichada protagonista? La carta de Tsugumi acalla la voz de Maria, siempre sencilla y sutil, y mi sentimiento como lectora es de claro estupor. En el posfacio ya mencionado la autora también añade: "Y otra cosa: Tsugumi soy yo. Con ese carácter, no podía ser de otro modo" Ay!! es que no lo arregla ni con esta coletilla!!

Os aconsejo esta lectura, tranquila y pausada, que os hará rememorar aquellas primeras vivencias de la juventud con afecto y ternura. Pero, eso sí, todo y la apariencia de la historia -dadas las características de su personaje principal, que sufre una grave dolencia crónica- no espereis más de ella, es tan simple como lo parece.

04 agosto 2008

... ya he leído: Du rêve pour les oufs, de Faïza Guène



Sinopsis
Una joven de 24 años describe el mundo que le ha tocado vivir: paro, añoranza, desencanto amoroso, etc. Alhème, de orígenes argelinos, vive en la periferia de París. Como en una especie de diario va contando, en un lenguaje ágil y simple, todo el mundo que le rodea, que no es sino el vaivén entre la idealización del mundo occidental y la añoranza de unos orígenes ya lejanos. Alhème describe la realidad cotidiana del desengaño amoroso, las contradicciones que le han tocado vivir, a ella y a su familia, en un país como Francia.

Comentario
Leí la primera novela de Faïza Guène, Kiffe Kiffe demain (Mañana será otro día, en castellano y Demà si fa no fum, en catalán), que me gustó enormemente. La encontré fresca y divertida y me gustó mucho el proceso de compartir la feminidad que experimentaban sus personajes principales. Memorable el momento en que la protagonista adolescente -Doria-lleva a su madre -Yasmina- a visitar la Torre Eiffel, que no conocía después de vivir 20 años en la banlieue, en el extrarradio de la gran capital.

Cazé Du rêve pour les oufs (Sueño para marginados) en la biblioteca y no tardé ni dos segundos en decidirme a leerlo durante este verano.
El punto de partida es muy similar a la primera obra de la autora, una joven de origen magrebí (en este caso argelina) nos habla de su situación emocional en un entorno familiar marcado por la vida en la banlieue. No tan sólo el espacio social donde se situa la acción es similar, sino también el orden familiar: 1. falta de un progenitor (el padre de Doria se había ido de casa para regresar a Marruecos en Kiffe Kiffe demain, y la madre de Alhème muere en Argelia, hecho que provoca que sus hijos tengan que viajar a Francia), 2. el progenitor que queda en casa no puede ocuparse al cien por cien de sus hijos ya que sufre un problema psicológico-mental (en el caso de Doria, su madre vive una depresión por la marcha de su marido; en el caso de Alhème, su padre ha sufrido un grave accidente laboral que le deja retirado en casa por enfermedad). Los jóvenes hijos de esos emigrantes, que ya no son ni de fuera, ni de Francia, tienen que enfrentarse a esa difícil situación social. La voz femenina -su introspección en el hecho de ser mujer-; el uso de un lenguaje coloquial que refleja la voz de la calle; la visualización del pulso social a través de lo que la gente mira en la televisión... estos son algunos de los elementos narrativos que más me gustan del estilo de Faïza Guène (comunes en las dos obras). No obstante, en esta segunda obra, Guène se fija más en el conflicto social que rodea a sus personajes y se muestra más madura con éstos. La autora ha sabido reflejar mejor su paticular visión de esa realidad y nos ha ofrecido algun momento de mayor madurez narrativa.